Ha dicho el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí tan sólo con palabras, y sólo de labios me honra, mientras su corazón está lejos de mí, siendo así su religión para conmigo sólo un mandamiento humano, una lección aprendida,
Tito 1:14 - Biblia Martin Nieto y dejen de prestar oídos a fábulas judaicas y a preceptos de hombres que vuelven sus espaldas a la verdad. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 no atendiendo a fábulas judaicas, ni a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad. Biblia Nueva Traducción Viviente Tienen que dejar de prestar atención a mitos judíos y a los mandatos de aquellos que se han apartado de la verdad. Biblia Católica (Latinoamericana) y que no hagan caso de las leyendas judías ni sigan las prácticas de gente que da la espalda a la verdad. La Biblia Textual 3a Edicion y no presten mucha atención a fábulas judaicas, ni a mandamientos de hombres, que pervierten° la verdad. Biblia Serafín de Ausejo 1975 y se dejan ya de mitos judíos y de preceptos humanos que se vuelven de espaldas a la verdad. Biblia Reina Valera Gómez (2023) no atendiendo a fábulas judaicas, y a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad. |
Ha dicho el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí tan sólo con palabras, y sólo de labios me honra, mientras su corazón está lejos de mí, siendo así su religión para conmigo sólo un mandamiento humano, una lección aprendida,
en vano me rinde culto, enseñando doctrinas que son preceptos humanos.
En vano me rinden culto enseñando doctrinas que son preceptos humanos.
pero ahora que conocéis a Dios, o, mejor dicho, que sois conocidos por Dios, ¿cómo os volvéis de nuevo a los débiles y pobres elementos, a los cuales nuevamente queréis servir otra vez como esclavos?
¿No son cosas que llegan a destruirse por el uso, conforme a las ordenanzas e instrucciones de los hombres?
pues está pervertido y, al perseverar en su pecado, se está condenando a sí mismo.
Cuidado con no escuchar al que os habla; pues si aquéllos, por no escuchar al que promulgaba oráculos en la tierra no escaparon al castigo, ¡con cuánta mayor razón no escaparemos nosotros si volvemos la espalda a aquel que habla desde el cielo!
Se cumple en ellos la verdad de aquel dicho: El perro vuelve a comer lo que había vomitado y la cerda lavada vuelve a revolcarse en el cieno.