en cambio, los gobernadores que me habían precedido habían gravado al pueblo, percibiendo de él, en concepto de pan y vino, cuarenta monedas de plata cada día; y sus criados también oprimían al pueblo; pero yo no obré así, porque temía a Dios.
Sofonías 1:9 - Biblia Martin Nieto contra los que saltan sobre los umbrales y llenan la casa de su Señor de violencia y de fraude. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Asimismo castigaré en aquel día a todos los que saltan la puerta, los que llenan las casas de sus señores de robo y de engaño. Biblia Nueva Traducción Viviente Sí, castigaré a los que toman parte en cultos paganos y a los que llenan las casas de sus amos con violencia y engaño. Biblia Católica (Latinoamericana) También pediré cuentas a todos los que saltan por encima del umbral del Templo de su Señor sin pisarlo, y a los que lo llenan de violencia y de robos. La Biblia Textual 3a Edicion Aquel día castigaré también a cuantos saltan el umbral,° y llenan de engaños y violencias la casa de sus señores.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Castigaré también aquel día a los que traspasan el umbral, a los que llenan la casa de su señor de violencia y fraude. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Asimismo haré visitación en aquel día sobre todos los que saltan la puerta, los que llenan de robo y de engaño las casas de sus señores. |
en cambio, los gobernadores que me habían precedido habían gravado al pueblo, percibiendo de él, en concepto de pan y vino, cuarenta monedas de plata cada día; y sus criados también oprimían al pueblo; pero yo no obré así, porque temía a Dios.
Cuando el gobernante hace caso de las mentiras, corrompe a todos sus servidores.
Como una jaula llena de pájaros, así están sus casas llenas de rapiña; así se han hecho grandes y ricos,
No saben obrar con rectitud, dice el Señor; acumulan la violencia y la opresión en sus palacios.
Sus ricos están llenos de injusticia, sus habitantes hablan falsedad, en su boca hay una lengua engañadora.
Y pregunté: ¿Qué es? Él respondió: Es una medida de cuarenta y cinco litros. Y añadió: Éste es el pecado en toda la tierra.
Sus amos, al ver que había desaparecido la esperanza de su ganancia, prendieron a Pablo y a Silas y los llevaron a la plaza pública ante las autoridades.
Su marido se levantó, abrió la puerta de la casa para salir y continuar su camino, cuando vio a su concubina caída a la entrada de la casa con las manos en el umbral.
Por eso, todavía hoy los sacerdotes de Dagón y todos lo que entran en su templo en Asdod no pisan el umbral de Dagón.