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Salmos 81:8 - Biblia Martin Nieto

Gritaste en la opresión y te salvé, te respondí oculto entre los truenos, en las aguas de Meribá te puse a prueba'.

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Biblia Reina Valera 1960

Oye, pueblo mío, y te amonestaré. Israel, si me oyeres,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

»Escúchame, pueblo mío, en tanto te doy severas advertencias. ¡Oh Israel, si tan solo me escucharas!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Escucha, pueblo mío, te lo advierto, ojalá me escucharas, Israel:

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La Biblia Textual 3a Edicion

¡Oye, pueblo mío, y te amonestaré! Oh Israel, si me oyes,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

En la angustia me llamaste y te salvé, te respondí en el escondrijo de los truenos, en las aguas de Meribá te probé. Selah

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Oye, pueblo mío y te protestaré. ¡Oh Israel, si me oyeres!

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Salmos 81:8
14 Tagairtí Cros  

'Escucha, pueblo mío, voy a hablarte; Israel, voy a declarar en contra tuya, yo, Dios, tu Dios.


y yo los abandoné a su corazón endurecido para que vivieran a su antojo.


Les dijo: 'Si verdaderamente escuchas la voz del Señor, tu Dios, y haces lo que es recto a sus ojos, prestas oído a sus mandatos y observas todos sus estatutos, no enviaré sobre ti ninguna de las plagas con que castigué a los egipcios, porque yo soy el Señor, tu salvador'.


Y dio a aquel lugar el nombre de 'Masá' y 'Meribá' -prueba y querella- por la querella de los israelitas y porque pusieron a prueba al Señor diciendo: '¿Está el Señor en medio de nosotros o no?'.


Al tercer día, a eso del amanecer, hubo truenos y relámpagos, una espesa nube sobre la montaña y un sonido muy fuerte de trompeta; todo el pueblo, que estaba en el campamento, temblaba.


Si sois sumisos y obedientes, comeréis los frutos del país;


Éstas son las aguas de Meribá, donde los israelitas se quejaron contra el Señor, que les dio una prueba de su santidad.


Te aseguro que hablamos de lo que sabemos y atestiguamos lo que hemos visto, y, a pesar de todo, no aceptáis nuestro testimonio.


instando a judíos y griegos a convertirse a Dios y a la fe en Jesús nuestro Señor.


'Grabad en vuestro corazón todas las palabras que hoy pongo como testigo contra vosotros y enseñádselas a vuestros hijos para que pongan en práctica todas las disposiciones de esta ley.


Acércate tú, oye lo que te diga el Señor, nuestro Dios, y dinos luego lo que él te haya dicho; nosotros lo escucharemos y lo pondremos en práctica.


Si aceptamos el testimonio de los hombres, el testimonio de Dios es más grande; pues el testimonio de Dios es que ha testificado de su Hijo.