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Hechos 20:21 - Biblia Martin Nieto

21 instando a judíos y griegos a convertirse a Dios y a la fe en Jesús nuestro Señor.

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Biblia Reina Valera 1960

21 testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

21 He tenido un solo mensaje para los judíos y los griegos por igual: la necesidad de arrepentirse del pecado, de volver a Dios y de tener fe en nuestro Señor Jesús.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

21 exhortando con insistencia tanto a judíos como a griegos a la conversión a Dios y a la fe en Jesús, nuestro Señor.

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La Biblia Textual 3a Edicion

21 proclamando solemnemente a judíos y a griegos el arrepentimiento para con Dios, y la fe en nuestro Señor Jesús.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

21 proclamando solemnemente a judíos y a griegos la conversión a Dios y la fe en nuestro Señor Jesús.

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Hechos 20:21
51 Tagairtí Cros  

y diciendo: 'Convertíos, porque está cerca el reino de Dios'.


Desde entonces comenzó Jesús a predicar y decir: 'Convertíos, porque el reino de Dios está cerca'.


y decía: 'Se ha cumplido el tiempo y el reino de Dios está cerca. Arrepentíos y creed en el evangelio'.


Ellos se fueron a predicar que se convirtieran;


Os digo que no; y, si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.


Os digo que no. Todos pereceréis igualmente si no os arrepentís'.


Os digo que así se alegrarán los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente'.


Pues bien, os digo que habrá más alegría en el cielo por un pecador que se arrepiente que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentirse'.


pues tengo cinco hermanos, para que les diga la verdad y no vengan también ellos a este lugar de tormentos.


y que hay que predicar en su nombre el arrepentimiento y el perdón de los pecados a todas las naciones, comenzando por Jerusalén.


Éstos han sido escritos para que creáis que Jesús es el mesías, el hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre.


El que cree en el hijo tiene vida eterna; el que no quiere creer en el hijo no verá la vida; la ira de Dios pesa sobre él'.


Todos los profetas testifican que el que crea en él recibirá, por su nombre, el perdón de los pecados'.


Al oír esto callaron y glorificaron a Dios, diciendo: 'Así que también a los paganos Dios ha concedido el arrepentimiento para alcanzar la vida'.


Ellos le dijeron: 'Cree en Jesús, el Señor, y te salvarás tú y tu familia'.


Dios, pasando por alto los tiempos de la ignorancia, hace saber ahora a los hombres que todos, en todas partes, se arrepientan,


Esto se divulgó entre todos los habitantes de Éfeso, judíos y griegos; un gran temor se apoderó de todos ellos y se ensalzaba el nombre de Jesús, el Señor.


Y Pedro les dijo: 'Arrepentíos, y que cada uno de vosotros se bautice en el nombre de Jesucristo para el perdón de vuestros pecados; entonces recibiréis el don del Espíritu Santo.


Y con otras muchas palabras los apremiaba y los exhortaba diciendo: 'Salvaos de esta generación perversa'.


únicamente sé que el Espíritu Santo me asegura en todas las ciudades que me esperan prisiones y tribulaciones.


Pero a mí no me preocupa mi vida ni la juzgo estimable, con tal de acabar mi carrera y cumplir el ministerio que he recibido de Jesús, el Señor, de anunciar la buena nueva, la gracia de Dios.


Unos días después vino Félix con Drusila, su mujer, que era judía, llamó a Pablo y le escuchó acerca de la fe en Cristo Jesús.


a abrirles los ojos, para que pasen de las tinieblas a la luz y del poder de Satanás a Dios; para que, por la fe en mí, reciban el perdón de los pecados y la herencia entre los consagrados.


sino que, primero a los de Damasco, luego a los de Jerusalén y de todo el territorio de Judea y, por fin, a los paganos les he predicado que se arrepientan y se conviertan a Dios observando una conducta de arrepentimiento sincera.


Señalaron un día, y fueron a su alojamiento en mayor número. Desde la mañana hasta la tarde les anunció el reino de Dios, dando testimonio y esforzándose por convencerlos de quién era Jesús, apoyándose en la ley de Moisés y en los profetas.


Por tanto, arrepentíos y convertíos para que sean borrados vuestros pecados;


Ellos, después de haber dado testimonio y haber predicado la palabra del Señor, se volvieron a Jerusalén, evangelizando muchas aldeas de los samaritanos.


Me debo por igual a griegos y a extranjeros, a sabios y a ignorantes.


Yo no me avergüenzo del evangelio, que es poder de Dios para la salvación de todo el que cree, del judío primero y también del griego.


Porque si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, te salvarás.


¿O es que desprecias la grandeza de su bondad, de su paciencia y de su generosidad, y no te das cuenta de que la bondad de Dios te empuja al arrepentimiento?


también por nosotros, a quienes se ha de contar; a los que creemos en el que resucitó a Jesús, nuestro Señor, de entre los muertos,


Justificados por la fe, estamos en paz con Dios por nuestro Señor Jesucristo.


Porque los judíos piden milagros, y los griegos buscan la sabiduría;


La tristeza querida por Dios produce un arrepentimiento salvador, de la que no hay que lamentarse, mientras que la tristeza producida por el mundo engendra la muerte.


pero sabemos que nadie se justifica por las obras de la ley, sino por la fe en Jesucristo; nosotros creemos en Cristo Jesús para ser justificados por la fe de Cristo, no por las obras de la ley; porque nadie será justificado


y ya no vivo yo, pues es Cristo el que vive en mí. Mi vida presente la vivo en la fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.


Pero, según la Escritura, todo el mundo está bajo el pecado, para que la promesa de Dios se cumpla en los creyentes por la fe en Jesucristo.


Por lo cual, yo, al conocer vuestra fe en Jesús, el Señor, y el amor a todos los creyentes,


Pues, aunque corporalmente me hallo ausente, en espíritu me encuentro en vuestra compañía, complaciéndome al ver la disposición inquebrantable de vuestra fe en Cristo.


al oír hablar del amor y de la fe que profesas a Jesús, el Señor, y a todo el pueblo de Dios.


El que cree que Jesús es el mesías, ha nacido de Dios; el que ama al que da el ser, ama también al que ha nacido de Dios.


¿Quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?


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