Abrán tenía noventa y nueve años cuando se le apareció el Señor y le dijo: 'Yo soy Dios todopoderoso; procede según mi voluntad y sé perfecto.
Rut 1:20 - Biblia Martin Nieto Ella decía: 'No me llaméis Noemí; llamadme Mara, porque el todopoderoso me ha llenado de amargura. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y ella les respondía: No me llaméis Noemí, sino llamadme Mara; porque en grande amargura me ha puesto el Todopoderoso. Biblia Nueva Traducción Viviente —No me llamen Noemí —contestó ella—. Más bien llámenme Mara, porque el Todopoderoso me ha hecho la vida muy amarga. Biblia Católica (Latinoamericana) Y como Noemí se diera cuenta de que las mujeres comentaban: '¿Pero no es ésta Noemí?', La Biblia Textual 3a Edicion Y ella les respondía: No me llaméis Noemí, sino llamadme Mara,° porque ’El- Shadday° me ha puesto en gran amargura. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero ella les decía: 'No me llaméis ya Noemí; llamadme Mará, porque el Omnipotente me ha llenado de amargura en demasía. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y ella les respondía: No me llaméis Noemí, sino llamadme Mara; porque en grande amargura me ha puesto el Todopoderoso. |
Abrán tenía noventa y nueve años cuando se le apareció el Señor y le dijo: 'Yo soy Dios todopoderoso; procede según mi voluntad y sé perfecto.
Que el Dios todopoderoso haga que aquel hombre sea benévolo con vosotros y os deje traer libre al otro hermano vuestro y a Benjamín. En cuanto a mí, si he de verme privado de mis hijos, que así sea'.
¿Pretendes tú escrutar el misterio de Dios, igualar la perfección del todopoderoso?
sabed que es Dios quien me ha oprimido, el que en su red me ha apresado.
¡Oh, sí, feliz el hombre que por Dios es corregido y no desperdicia la enseñanza del todopoderoso!
Pues las flechas del todopoderoso están en mí clavadas; mi espíritu bebe su veneno, y los terrores de Dios me turban.
Llegaron a Mará y no pudieron beber sus aguas, porque eran amargas. Por eso se les puso el nombre de 'Mará'.
yo me aparecí a Abrahán, a Isaac y Jacob, como todopoderoso, pero no me di a conocer a ellos bajo mi nombre de Señor.
hasta la mañana estoy gritando; como un león trituras todos mis huesos, día y noche me oprimes.
Es cierto que todo castigo, en el momento de recibirlo, es desagradable y motivo de disgusto; pero después, en los que se han ejercitado en él, produce frutos de paz y de justicia.
Yo soy el alfa y la omega, dice el Señor Dios, el que es, el que era y el que viene, el todopoderoso.
No vi en ella ningún templo, porque su templo es el Señor, Dios todopoderoso, y el cordero.