No escuchéis a Ezequías, pues esto dice el rey de Asiria: Haced la paz conmigo y entregaos a mí, y así podrá comer cada uno los frutos de su viña y de su higuera y beber el agua de su cisterna
Proverbios 27:18 - Biblia Martin Nieto El que guarda la higuera come de su fruto, el que vigila sobre su señor recibirá honores. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Quien cuida la higuera comerá su fruto, Y el que mira por los intereses de su señor, tendrá honra. Biblia Nueva Traducción Viviente Como a los que cuidan de la higuera se les permite comer del fruto, así serán recompensados los empleados que protegen los intereses de su patrón. Biblia Católica (Latinoamericana) El que cultiva a la higuera comerá de su fruto, el que cuida de su patrón recibirá un anticipo. La Biblia Textual 3a Edicion Quien cuida la higuera comerá higos, Y el que custodia a su amo recibirá honores. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El que guarda la higuera come su fruto, el que atiende a su señor será estimado. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El que cuida la higuera, comerá de su fruto; y el que atiende a su señor, será honrado. |
No escuchéis a Ezequías, pues esto dice el rey de Asiria: Haced la paz conmigo y entregaos a mí, y así podrá comer cada uno los frutos de su viña y de su higuera y beber el agua de su cisterna
Pero Josafat preguntó: '¿No habrá aquí algún profeta del Señor, para consultar al Señor por su medio?'. Uno de los servidores del rey de Israel dijo: 'Aquí está Eliseo, el hijo de Safat, el que vertía agua en las manos de Elías'.
Él entró y se presentó a Eliseo. Eliseo le dijo: '¿De dónde vienes?'. Guejazí respondió: 'Tu siervo no ha ido a ninguna parte'.
pero la lepra de Naamán se os pegará a ti y a tu descendencia para siempre'. Y salió de su presencia blanco como la nieve de lepra.
Amán tomó los vestidos y el caballo, vistió a Mardoqueo y lo montó en el caballo en la plaza de la ciudad, gritando ante él: 'Así se trata a quien el rey quiere honrar'.
Como están los ojos del esclavo fijos en su señor, como están los ojos de la esclava fijos en su señora, así están nuestros ojos fijos en el Señor, nuestro Dios, hasta que se compadezca de nosotros.
Moisés se levantó con Josué, su ministro, y antes de subir a la montaña
El siervo inteligente se impone al hijo que deshonra, y con los hermanos compartirá la herencia.
¿Ves a un hombre hábil en su profesión? Al servicio de reyes entrará. No quedará al servicio de la gente común.
El hierro se aguza con el hierro, y el hombre se afina al contacto con su prójimo.
Como el rostro se refleja en el agua, así el corazón del hombre se refleja en la conciencia.
Mi propia viña ante mis ojos... ¡Las mil monedas para ti, oh Salomón, y doscientas para los guardas de su fruto!
No escuchéis a Ezequías, pues esto dice el rey de Asiria: Haced la paz conmigo, venid a mí y cada uno de vosotros comerá el fruto de su viña y de su higuera; cada uno beberá el agua de su pozo,
Dichoso ese criado si, al llegar su amo, lo encuentra cumpliendo con su deber.
Entre vosotros no debe ser así, sino que si alguno de vosotros quiere ser grande que sea vuestro servidor,
¡Dichosos los criados a quienes el amo encuentra en vela a su llegada! Os aseguro que los hará sentar a la mesa y se pondrá a servirlos él mismo.
El Señor contestó: '¿Quién es, entonces, el administrador fiel y prudente, para que dé a la servidumbre la comida a su hora?
Y le contestó: Muy bien, criado bueno; puesto que has sido fiel en lo poco, recibe el gobierno de diez ciudades.
El que quiera ponerse a mi servicio, que me siga, y donde esté yo allí estará también mi servidor. A quien me sirva, mi Padre lo honrará.
Cuando se marchó el ángel que le hablaba, llamó a dos de sus criados y un soldado piadoso, de los que le asistían,
El que planta y el que riega son lo mismo, y cada uno recibirá la recompensa según su trabajo.
¿No sabéis que los que ejercen funciones sagradas viven del templo, y los que sirven al altar del altar participan?
¿Cuándo se ha visto que un militar haga la guerra a sus expensas? ¿Quién planta una viña y no come de su fruto? ¿Quién apacienta un rebaño y no toma leche del rebaño?
Esclavos, obedeced a vuestros amos temporales; no sólo cuando os ven, como para quedar bien con ellos, sino de todo corazón y por respeto al Señor.
Si el labrador quiere recoger la cosecha, antes tiene que trabajar el campo.
Esclavos, someteos con todo respeto a los amos; no sólo a los buenos y amables, sino también a los de carácter duro,
Más aún, ésta es vuestra vocación, pues también Cristo sufrió por vosotros, y os dejó ejemplo para que sigáis sus pasos.
Por eso, palabra del Señor, Dios de Israel: Yo había prometido que tu casa y la casa de tu padre estarían por siempre ante mí para servirme; pero ahora, palabra del Señor, lejos de mí tal cosa; porque yo honro a los que me honran, y los que me desprecian serán tratados como nada.