Es coger a un perro por las orejas entrometerse en pleito de otro.
El que pasando se deja llevar de la ira en pleito ajeno Es como el que toma al perro por las orejas.
Entrometerse en los pleitos ajenos es tan necio como jalarle las orejas a un perro.
¿Meterse en las peleas de otro? ¡Es mejor agarrar por las orejas a un perro que pasa!
Agarra un perro por las orejas, Quien se mete en pleito ajeno.
Tomar por las orejas a un perro que pasa: tal es meterse en litigio ajeno.
El que pasando se deja llevar de la ira en pleito ajeno, es como el que toma al perro por las orejas.
El pendenciero sólo busca pelea, pero un mensajero cruel será enviado contra él.
Los labios del necio provocan querellas, su boca atrae los golpes.
Es un honor para el hombre evitar las contiendas, pero todo insensato se da a la disputa.
Como un loco que lanza llamas, saetas y muerte,
No pleitees sin motivo con un hombre, si no te ha hecho mal alguno.
Él le respondió: 'Hombre, ¿quién me ha hecho juez y repartidor entre vosotros?'.