Urías se acostó a la puerta del palacio con los servidores de su señor y no fue a su casa.
Proverbios 21:30 - Biblia Martin Nieto Ni sabiduría, ni inteligencia, ni consejo existen ante el Señor. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 No hay sabiduría, ni inteligencia, Ni consejo, contra Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente No hay sabiduría humana ni entendimiento ni proyecto que puedan hacerle frente al Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) Ante Yavé no hay sabiduría, inteligencia o prudencia que valgan. La Biblia Textual 3a Edicion No hay habilidad, ni inteligencia, Ni consejo frente a YHVH. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No hay sabiduría, ni inteligencia, ni consejo que valga contra Yahveh. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No hay sabiduría, ni inteligencia, ni consejo, contra Jehová. |
Urías se acostó a la puerta del palacio con los servidores de su señor y no fue a su casa.
Ajías, al oír el ruido de sus pasos cuando atravesaba el umbral, exclamó: 'Entra, mujer de Jeroboán. ¿Por qué te haces pasar por otra? Tengo una mala noticia para ti.
Y uno de sus ayudantes respondió: 'Nadie, oh rey, mi señor; Eliseo, el profeta que vive en Samaría, es el que comunica al rey de Israel incluso todo lo que tú dices en tu dormitorio'.
Nadie hay tan audaz que se atreva a excitarlo. Y ¿quién puede resistirle a la cara?
El hombre proyecta muchos planes, pero sólo se realiza el que quiere el Señor.
Lo que existe tiene nombre; y se sabe que el hombre no puede enfrentarse con el que es más fuerte que él.
El Señor omnipotente ha decidido: ¿quién lo puede invalidar? Su mano está extendida: ¿quién la puede apartar?
¿Crees acaso que la palabrería vale como consejo y fuerza para hacer la guerra? ¿En quién te apoyas para rebelarte contra mí?
¡Ay de aquel que litiga con su creador, siendo sólo un tiesto de barro! ¿Dice acaso la arcilla a su alfarero: Qué haces? Le dice su obra: ¿No tienes manos?
quien quiera presumir, que presuma de esto: De tener inteligencia y conocerme, porque yo soy el Señor, que hago misericordia, derecho y justicia en la tierra. Sí, esto es lo que me agrada -dice el Señor-.
Los hombres trataron de alcanzar la costa a remo, pero en vano, porque el mar seguía encrespándose contra ellos.
Por lo que hace al caso presente, os digo que no os metáis con estos hombres y que los dejéis en paz; porque si su empresa es cosa de hombres, se desvanecerá por sí misma;
pero si es de Dios, no podréis deshacerla. No os expongáis a luchar contra Dios'. Aceptaron su consejo.
Llegó al rey de Jericó la noticia en estos términos: 'Unos israelitas han venido aquí esta noche para explorar el país'.