Realmente la rabia mata al insensato, la irritación da muerte al necio.
Proverbios 19:16 - Biblia Martin Nieto El que guarda el precepto a sí mismo se guarda, el que desprecia la palabra morirá. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 El que guarda el mandamiento guarda su alma; Mas el que menosprecia sus caminos morirá. Biblia Nueva Traducción Viviente Guarda los mandamientos y guardarás tu vida; despreciarlos te llevará a la muerte. Biblia Católica (Latinoamericana) El que guarda el mandamiento se guarda a sí mismo; el que desprecia la palabra morirá. La Biblia Textual 3a Edicion El que guarda el mandamiento, guarda su vida, Pero el que menosprecia sus caminos, morirá. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Quien guarda el precepto guarda su vida, quien descuida su conducta morirá. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El que guarda el mandamiento, guarda su propia alma: Pero el que menosprecia sus caminos, morirá. |
Realmente la rabia mata al insensato, la irritación da muerte al necio.
para aquellos que guardan su alianza y se acuerdan de cumplir sus mandamientos.
El que desprecia la palabra se perderá, el que respeta el precepto será recompensado.
El camino de los hombres rectos es evitar el mal, guarda su vida el que vigila su camino.
El hombre que se aparta del sendero de la prudencia tendrá su morada en la asamblea de las sombras de los muertos.
El que guarda su boca y su lengua se preserva a sí mismo de angustias.
Espinas y lazos en el camino del perverso; el que mira por su vida se aleja de ellos.
Cuando no hay visión profética, el pueblo vive sin freno; dichosos los que observan la ley.
Hijo mío, no olvides mi enseñanza, y que tu corazón guarde mis preceptos;
Fin del discurso. Todo está dicho. Teme a Dios y guarda sus mandamientos, porque en eso consiste ser hombre.
El que guarda sus mandatos no experimenta el infortunio, y el sabio sabe cuándo y cómo debe guardarlos.
Ésta es la orden que les di: 'Escuchad mi voz, y yo seré entonces vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo; seguid cabalmente el camino que os he prescrito para vuestra felicidad'.
Oyó el sonido de la trompeta, pero no hizo caso. Por tanto, él es el culpable de su muerte, pues si hubiera hecho caso, habría salvado su vida.
¿Qué le vale al hombre ganar el mundo entero si pierde su vida? ¿Y qué dará el hombre a cambio de su vida?
Pero él le dijo: 'Dichosos más bien los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica'.
Da igual estar o no estar circuncidado: lo que importa es guardar los mandamientos de Dios.
Todo lo que pidamos, él nos lo concederá porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada.
Porque el amor de Dios consiste en guardar sus mandamientos, y sus mandamientos no son pecados.
Dichosos los que lavan sus vestidos para tener derecho al árbol de la vida y a entrar en la ciudad por las puertas.