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Jeremías 7:23 - Biblia Martin Nieto

23 Ésta es la orden que les di: 'Escuchad mi voz, y yo seré entonces vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo; seguid cabalmente el camino que os he prescrito para vuestra felicidad'.

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Biblia Reina Valera 1960

23 Mas esto les mandé, diciendo: Escuchad mi voz, y seré a vosotros por Dios, y vosotros me seréis por pueblo; y andad en todo camino que os mande, para que os vaya bien.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

23 Esto les dije: “Obedézcanme, y yo seré su Dios, y ustedes serán mi pueblo. ¡Hagan todo lo que les diga y les irá bien!”.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

23 Lo que les mandé, más bien, fue esto: 'Escuchen mi voz, y yo seré su Dios y ustedes serán mi pueblo. Caminen por el camino que les indiqué para que siempre les vaya bien.

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La Biblia Textual 3a Edicion

23 Sino que les mandé, diciendo: Escuchad mi voz y Yo seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo;° andad en todo el camino que os he ordenado para que os vaya bien.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 sino que sólo les impuse este precepto: 'Escuchad mi voz y yo seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo y andad por el camino que os señale para que os vaya bien'.

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Jeremías 7:23
38 Tagairtí Cros  

Si escuchan y se someten, acaban sus días en ventura, y en delicias sus años.


los que no cometen ningún crimen, los que siguen sus caminos.


¡Qué grandes son, Señor, Dios mío, los proyectos y los milagros que hiciste por nosotros!: eres incomparable. Yo quisiera decirlos, proclamarlos; pero son tantos, que no pueden contarse.


y yo los abandoné a su corazón endurecido para que vivieran a su antojo.


Les dijo: 'Si verdaderamente escuchas la voz del Señor, tu Dios, y haces lo que es recto a sus ojos, prestas oído a sus mandatos y observas todos sus estatutos, no enviaré sobre ti ninguna de las plagas con que castigué a los egipcios, porque yo soy el Señor, tu salvador'.


Moisés dijo: 'Esto es lo que manda el Señor: Tomad dos litros y conservadlo para que vuestros descendientes vean el pan con que os he alimentado en el desierto, cuando os saqué de Egipto'.


Decid: ¡Dichoso el justo, pues comerá del fruto de sus obras!


que yo impuse a vuestros padres el día en que los saqué de Egipto, horno de hierro, diciéndoles: Escuchad mi voz y poned por obra todo lo que yo os mando; entonces seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios


porque con insistencia advertí a vuestros padres desde el día en que los saqué de Egipto, y lo he repetido sin cesar hasta este día: ¡Escuchad mi voz!


Pues, igual que un cinturón se ajusta a la cintura del hombre, así había hecho yo que se ajustara a mí toda la casa de Israel y la casa de Judá, dice el Señor, para que fuese mi pueblo, mi honra, mi gloria y mi honor; ¡pero no me han escuchado!'.


Te hablé en la hora de tu prosperidad. Tú dijiste: '¡No quiero escuchar!'. Ése ha sido tu camino desde tu juventud: no escuchar mi voz.


Esto dice el Señor: Practicad el derecho y la justicia y librad al oprimido de las manos del explotador; no maltratéis al extranjero, al huérfano y a la viuda; no los hagáis violencia, ni derraméis sangre inocente en este lugar.


Volveré a ellos mis ojos y los haré regresar a esta tierra; los restableceré y no los volveré a destruir; los plantaré para no arrancarlos ya.


Ésta es la alianza que haré con la casa de Israel después de aquellos días -dice el Señor-: pondré mi ley en su interior, la escribiré en su corazón, y seré su Dios y ellos serán mi pueblo.


Ellos entraron y tomaron posesión de ella; pero luego no escucharon tu voz ni caminaron según tu ley; no hicieron nada de cuanto les habías ordenado, y por eso has traído contra ellos toda esta desventura.


Jeremías respondió: 'No te entregarán a ellos. Escucha la voz del Señor que yo te he referido y te resultará bien: Salvarás tu vida.


Sea como sea, favorable o adversa, nosotros escucharemos la voz del Señor, nuestro Dios, ante quien te remitimos a ti, y así seremos felices por haber escuchado la voz del Señor, nuestro Dios'.


No ha escuchado la voz, no ha aprendido la lección, no ha puesto su confianza en el Señor, no ha acudido a su Dios.


Los que están lejos vendrán y trabajarán en la construcción del templo del Señor. Así reconoceréis que el Señor todopoderoso me ha enviado a vosotros. Esto ocurrirá si obedecéis la palabra del Señor, vuestro Dios'.


¿No conocéis las palabras que anunció el Señor por medio de los profetas de entonces, cuando Jerusalén estaba habitada, con sus ciudades de alrededor, y el Negueb y la Llanura estaban poblados?'.


pero manifestado ahora por los escritos proféticos, dado a conocer a todas las naciones por orden del Dios eterno para que abracen la fe,


y toda altanería que se levante contra el conocimiento de Dios, de someter todo entendimiento a la voluntad de Cristo,


Bendición, si obedecéis los mandamientos del Señor, vuestro Dios, que yo os prescribo hoy;


no escuches las palabras de tal profeta ni los sueños de tal soñador. El Señor, vuestro Dios, quiere probaros para ver si realmente le amáis con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma.


Seguiréis al Señor y le respetaréis, guardaréis sus mandamientos y obedeceréis su voz, le serviréis y viviréis unidos a él.


si de nuevo te vuelves hacia él y le obedeces, tú y tus hijos, con todo tu corazón y toda tu alma, según todo lo que yo te mando hoy,


amando al Señor, tu Dios, obedeciéndole y estando unido a él. Ahí está tu vida y tu supervivencia en la tierra que el Señor juró dar a tus padres Abrahán, Isaac y Jacob.


Volverás a obedecer al Señor y pondrás en práctica todos estos mandamientos que hoy te prescribo,


Recuerda el día que estabas en presencia del Señor, tu Dios, en el Horeb, cuando el Señor me dijo: Reúne al pueblo en torno mío para que yo le haga oír mis palabras y sepan temerme todos los días de su vida sobre la tierra, y enseñen a hacer otro tanto a sus hijos.


Guarda sus leyes y mandamientos, que yo te prescribo hoy, para que seas feliz tú y tus hijos después de ti y vivas largos años en la tierra que te da el Señor, tu Dios'.


Honra a tu padre y a tu madre, como te lo ha ordenado el Señor, tu Dios; vivirás largos años y serás feliz en la tierra que te da el Señor, tu Dios.


¡Oh, si tuvieran siempre ese mismo corazón, siempre me temerían, guardarían mis mandamientos y serían felices ellos y sus hijos!


Seguid en todo el camino que os ha mandado el Señor, vuestro Dios; de esta manera viviréis y seréis felices y serán largos vuestros días en la tierra que vais a poseer.


Escúchalos, Israel, y procura practicarlos, para que seas dichoso y te multipliques según la promesa del Señor, el Dios de tus padres, en esta tierra que mana leche y miel.


así alcanzó la perfección y se convirtió para todos aquellos que le obedecen en principio de salvación eterna,


Samuel respondió: '¿Se complace tanto el Señor en los holocaustos y sacrificios como en la obediencia a sus palabras? La obediencia vale más que el sacrificio, y la docilidad más que las grasas de los carneros.


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