Tú escuchas, Señor, el deseo de los pobres; su corazón confortas, les tiendes tus oídos
Proverbios 11:23 - Biblia Martin Nieto El deseo de los justos es únicamente el bien, la esperanza de los injustos es la ira. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 El deseo de los justos es solamente el bien; Mas la esperanza de los impíos es el enojo. Biblia Nueva Traducción Viviente Los justos pueden esperar una recompensa, mientras que a los perversos solo les espera juicio. Biblia Católica (Latinoamericana) Los justos no desean sino el bien, los malos también tienen sus esperanzas, pero van al fracaso. La Biblia Textual 3a Edicion El anhelo de los justos es sólo el bien, Pero la expectativa de los impíos es la ira. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El deseo de los justos tiende al bien; a los malvados les aguarda la cólera. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El deseo de los justos es solamente el bien; mas la esperanza de los impíos es el enojo. |
Tú escuchas, Señor, el deseo de los pobres; su corazón confortas, les tiendes tus oídos
Yo te busco de todo corazón, no dejes que me aparte de tus mandamientos;
Una cosa pido al Señor, sólo eso busco: habitar en la casa del Señor todos los días de mi vida para gustar la dulzura del Señor y contemplar la belleza de su templo.
busca en el Señor tus delicias, y él te dará lo que tu corazón desea.
La esperanza de los justos termina en alegría, pero la esperanza de los injustos se desvanece.
Hay quien da libremente y sus riquezas aumentan; hay quien ahorra más de lo razonable y se empobrece.
Con la muerte del injusto perece su esperanza, y la confianza de los malvados es aniquilada.
Los proyectos de los justos son justicia; los planes de los injustos, la falsedad.
Por el fruto de su boca el hombre gusta el bien, el apetito de los traidores se nutre de violencia.
Mi alma te ansía por la noche, y mi espíritu, en mi interior, te espera a la mañana; pues cuando tus juicios se ejecutan en la tierra, aprenden justicia los habitantes del mundo.
A pesar de todo, yo no te he insistido para que adelantases el desastre; no he deseado el día de la desgracia, tú lo sabes; lo que ha salido de mis labios está ante tu presencia.
Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
sino una terrible expectación y el ardor vindicativo del fuego que consumirá a los rebeldes.