Miqueas 4:13 - Biblia Martin Nieto Levántate y trilla, hija de Sión. Yo haré tus cuernos de hierro y de bronce tus pezuñas; triturarás a numerosos pueblos, consagrarás su botín al Señor, y sus riquezas al dueño de toda la tierra. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Levántate y trilla, hija de Sion, porque haré tu cuerno como de hierro, y tus uñas de bronce, y desmenuzarás a muchos pueblos; y consagrarás a Jehová su botín, y sus riquezas al Señor de toda la tierra. Biblia Nueva Traducción Viviente «¡Levántate y aplasta a las naciones, oh Jerusalén! —dice el Señor—. Pues te daré cuernos de hierro y pezuñas de bronce, para que pisotees a muchas naciones hasta reducirlas a polvo. Presentarás al Señor las riquezas mal habidas de esas naciones, sus tesoros al Señor de toda la tierra». Biblia Católica (Latinoamericana) ¡Levántate, pues, y aplástalos con tus pies, hija de Sión, porque te pondré cuernos de hierro, y pezuñas de bronce para que tritures a muchos pueblos! Entonces consagrarás sus despojos a Yavé, y sus riquezas serán para el Señor del mundo entero. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Levántate y trilla, oh hija de Sión!, Porque haré tus cuernos como el hierro, Y tus cascos como el bronce, Para que desmenuces a muchos pueblos, Y consagres a YHVH sus despojos, Y sus riquezas al Señor de toda la tierra. Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¡Levántate y trilla, hija de Sión! Yo te daré cuernos de hierro. Haré de bronce tus pezuñas, y triturarás pueblos numerosos. Consagrarás a Yahveh sus despojos, y sus riquezas al Señor de toda la tierra. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Levántate y trilla, oh hija de Sión, porque yo haré tu cuerno de hierro, y tus pezuñas de bronce, y desmenuzarás a muchos pueblos; y consagrarás a Jehová su despojo, y sus riquezas al Señor de toda la tierra. |
Oh Dios, despliega tu poder, confirma, oh Dios, lo que has hecho por nosotros.
los reyes de Tarsis y las islas le traerán presentes, los reyes de Arabia y de Sabá le pagarán tributo;
Entonces presentará ofrendas al Señor omnipotente el pueblo espigado y bronceado, el pueblo temido desde siempre, la gente robusta y dominante, cuya tierra está surcada de ríos, en el lugar donde reside el nombre del Señor omnipotente, el monte Sión.
¡Oh pueblo mío, trillado en la era; lo que he oído del Señor omnipotente, Dios de Israel, te anuncio!
Pero sus ganancias y su salario serán consagrados al Señor. No serán amontonados ni guardados, sino que las ganancias serán para aquellos que moran delante del Señor, a fin de que tengan comida abundante y vestidos lujosos.
Son afiladas sus saetas, tensos están todos sus arcos; los cascos de sus caballos son como pedernal, las ruedas de sus carros igual que el huracán.
Tú has sido un martillo en mis manos, un arma de guerra. Contigo he machacado a las naciones, contigo he destruido muchos reinos;
Pues esto dice el Señor omnipotente, Dios de Israel: Babilonia es como una era en la época en que se la pisa; dentro de poco llegará para ella el tiempo de la cosecha.
En los días de estos reyes, el Dios del cielo hará surgir un imperio que jamás será destruido y cuya soberanía no pasará a otro pueblo. Pulverizará y aniquilará a todos estos imperios, mientras que él subsistirá eternamente,
Efraín es una novilla doméstica que gusta de la trilla en la era. Yo pondré el yugo sobre su hermoso cuello, y la unciré al carro; Israel tendrá que arar, y Jacob rastrillar.
Entonces el resto de Jacob será entre las naciones, en medio de la multitud de los pueblos, como el león entre las fieras de la selva, como el leoncillo entre los rebaños de ganado menor, que pasa, pisotea y arrebata sin que nadie pueda arrancar su presa.
Aquel día haré yo de Jerusalén una piedra muy pesada para todos los pueblos; todos los que intenten levantarla serán gravemente heridos. Todos los habitantes de la tierra se juntarán contra ella.
En aquel día yo haré de los jefes de Judá como una olla puesta sobre fuego de leña y como hachas encendidas en un manojo; ellos devorarán a derecha y a izquierda a todos los pueblos de alrededor, y Jerusalén será de nuevo habitada en su lugar.
Él prosiguió: Éstos son los dos ungidos que están ante el Señor de toda la tierra'.
El ángel me respondió: Son los cuatro vientos del cielo, que salen de la presencia del Señor de toda la tierra.
Los domingos, cada uno de vosotros separe lo que pueda, según lo que gane, sin esperar a mi llegada para hacer la colecta.
¡De hierro y bronce / sean tus cerrojos, / y la seguridad te acompañe / toda la vida!
Toda la plata y el oro, todos los objetos de bronce y de hierro serán consagrados al Señor y entrarán en su tesoro'.