Naamán se enfadó y se fue diciendo: 'Yo pensaba que saldría a recibirme, que invocaría el nombre del Señor, su Dios, que me tocaría con su mano y así sanaría de mi lepra.
Mateo 9:18 - Biblia Martin Nieto Les estaba hablando así, cuando llegó un personaje importante, se echó a sus pies y le dijo: 'Mi hija acaba de morir; pero anda, pon tu mano sobre ella y vivirá'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Mientras él les decía estas cosas, vino un hombre principal y se postró ante él, diciendo: Mi hija acaba de morir; mas ven y pon tu mano sobre ella, y vivirá. Biblia Nueva Traducción Viviente Mientras Jesús decía esas cosas, el líder de una sinagoga se le acercó y se arrodilló delante de él. «Mi hija acaba de morir —le dijo—, pero tú puedes traerla nuevamente a la vida solo con venir y poner tu mano sobre ella». Biblia Católica (Latinoamericana) Mientras Jesús hablaba, llegó un jefe de los judíos, se postró delante de él y le dijo: 'Mi hija acaba de morir, pero ven, pon tu mano sobre ella, y vivirá. La Biblia Textual 3a Edicion Mientras Él les hablaba estas cosas, de pronto llegó un principal y° se postraba ante Él, diciendo: Mi hija acaba de morir, pero ven,° pon tu mano sobre ella, y vivirá. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mientras les estaba diciendo estas cosas, se le acercó un dignatario, se postró ante él y le dijo. 'Mi hija acaba de morir; pero ven, pon tu mano sobre ella y vivirá'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Hablándoles Él estas cosas, he aquí vino un principal y le adoró, diciendo: Mi hija ahora estará muerta; mas ven y pon tu mano sobre ella, y vivirá. |
Naamán se enfadó y se fue diciendo: 'Yo pensaba que saldría a recibirme, que invocaría el nombre del Señor, su Dios, que me tocaría con su mano y así sanaría de mi lepra.
Y los que estaban en ella se postraron ante él, diciendo: 'Verdaderamente tú eres el hijo de Dios'.
Pero ella se acercó, se puso de rodillas ante él y le suplicó: '¡Señor, ayúdame!'.
Al llegar donde estaba la gente, se le acercó un hombre, se puso de rodillas ante él y le dijo:
Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con ellos y se puso de rodillas para pedirle algo.
En esto se le acercó un leproso, se puso de rodillas ante él y le dijo: 'Señor, si quieres puedes limpiarme'.
Se acercaron los discípulos y lo despertaron, diciendo: '¡Señor, sálvanos, que perecemos!'.
Ni echan vino nuevo en odres viejos, porque los odres revientan, y se pierden al mismo tiempo el vino y los odres; sino que el vino nuevo se echa en odres nuevos, y así ambos se conservan'.
'Salid, que la niña no está muerta; está dormida'. Ellos se reían de él.
El jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús había curado en sábado, decía al pueblo: 'Hay seis días para trabajar; venid en ésos y curaos; no vengáis en sábado'.
Un hombre dintinguido le preguntó: 'Maestro bueno, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?'.
Jesús le dijo: 'Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá.
Cuando María llegó donde estaba Jesús, al verlo, se echó a sus pies, diciendo: 'Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto'.
Después de la lectura de la ley y de los profetas, los jefes de la sinagoga les mandaron a decir: 'Hermanos, si tenéis alguna palabra que comunicar al pueblo, decidla'.
El padre de Publio estaba en cama, atacado de fiebre y disentería. Pablo lo visitó; rezó, le impuso las manos y lo curó.