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Mateo 27:30 - Biblia Martin Nieto

Le escupían y le pegaban con la caña en la cabeza.

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Biblia Reina Valera 1960

Y escupiéndole, tomaban la caña y le golpeaban en la cabeza.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Lo escupieron, le quitaron la caña de junco y lo golpearon en la cabeza con ella.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Le escupían en la cara y con la caña le golpeaban en la cabeza.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y escupiendo en Él, tomaron la caña y lo golpeaban° en la cabeza.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Y escupiéndole encima, le quitaron la caña y le golpeaban con ella en la cabeza.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y escupían en Él, y tomando la caña, le herían en la cabeza.

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Mateo 27:30
12 Tagairtí Cros  

Esto dice el Señor, el redentor, el Santo de Israel, al despreciado, al aborrecido de las gentes, al esclavo de los tiranos: Los reyes, al verte, se levantarán, los príncipes se inclinarán por causa del Señor, que es leal, del Santo de Israel, que te ha elegido.


He ofrecido mi espalda a los que me golpeaban, mis mejillas a quienes me mesaban la barba; no he hurtado mi rostro a la afrenta y a los salivazos.


Y si muchos se habían horrorizado al verlo -tan desfigurado estaba su semblante que no tenía ya aspecto de hombre-,


Despreciado, desecho de la humanidad, hombre de dolores, avezado al sufrimiento, como uno ante el cual se oculta el rostro, era despreciado y desestimado.


Era maltratado, y no se resistía ni abría su boca; como cordero llevado al matadero, como oveja ante sus esquiladores, no abría la boca.


Y tú, Belén Éfrata, la más pequeña entre los clanes de Judá, de ti me saldrá el que ha de reinar en Israel. Sus orígenes vienen de antiguo, de tiempos remotos.


Lo escupieron en la cara y le dieron bofetadas y puñetazos,


se burlarán de él, lo escupirán, lo azotarán y lo matarán, pero a los tres días resucitará'.


Luego se pusieron a escupirlo; le taparon la cara y lo abofeteaban diciendo: '¡Adivina! ¡Haz el profeta!'. Y los criados le daban puñetazos.


Y le golpeaban la cabeza con una caña, lo escupían y, doblando la rodilla, le hacían reverencias.