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Isaías 53:3 - Biblia Martin Nieto

3 Despreciado, desecho de la humanidad, hombre de dolores, avezado al sufrimiento, como uno ante el cual se oculta el rostro, era despreciado y desestimado.

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Biblia Reina Valera 1960

3 Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Fue despreciado y rechazado: hombre de dolores, conocedor del dolor más profundo. Nosotros le dimos la espalda y desviamos la mirada; fue despreciado, y no nos importó.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Despreciado por los hombres y marginado, hombre de dolores y familiarizado con el sufrimiento, semejante a aquellos a los que se les vuelve la cara, no contaba para nada y no hemos hecho caso de él.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Despreciado y desechado entre los hombres, Varón de dolores, experimentado en quebranto, Escondimos de Él el rostro, fue menospreciado, y lo tuvimos por nada.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 despreciado y abandonado de los hombres, varón de dolores, familiarizado con la dolencia, como aquél ante quien se tapa el rostro, despreciado, de modo que no le hicimos caso.

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Isaías 53:3
38 Tagairtí Cros  

bórralos del libro de la vida, no los inscribas con los justos.


pues mi vida está llena de desgracias y estoy al borde del abismo;


Esto dice el Señor, el redentor, el Santo de Israel, al despreciado, al aborrecido de las gentes, al esclavo de los tiranos: Los reyes, al verte, se levantarán, los príncipes se inclinarán por causa del Señor, que es leal, del Santo de Israel, que te ha elegido.


He ofrecido mi espalda a los que me golpeaban, mis mejillas a quienes me mesaban la barba; no he hurtado mi rostro a la afrenta y a los salivazos.


Y si muchos se habían horrorizado al verlo -tan desfigurado estaba su semblante que no tenía ya aspecto de hombre-,


Pero el Señor quiso destrozarlo con padecimientos. Si él ofrece su vida por el pecado, verá descendencia, prolongará sus días, y la voluntad del Señor se cumplirá gracias a él.


Con todo, eran nuestros sufrimientos los que llevaba, nuestros dolores los que le pesaban, mientras nosotros le creíamos azotado, herido por Dios y humillado.


Y tú, Belén Éfrata, la más pequeña entre los clanes de Judá, de ti me saldrá el que ha de reinar en Israel. Sus orígenes vienen de antiguo, de tiempos remotos.


En un mes rechacé a tres pastores. Llegué a asquearme de las ovejas, y también ellas se cansaron de mí.


Lo escupieron en la cara y le dieron bofetadas y puñetazos,


'Señor, nos hemos acordado de que ese seductor dijo cuando aún vivía: A los tres días resucitaré.


'Mirad, vamos a Jerusalén, y el hijo del hombre será entregado a los sumos sacerdotes y a los maestros de la ley; lo condenarán a muerte y lo entregarán a los paganos,


se burlarán de él, lo escupirán, lo azotarán y lo matarán, pero a los tres días resucitará'.


y les dijo: 'Me muero de tristeza; quedaos aquí y velad conmigo'.


Y le golpeaban la cabeza con una caña, lo escupían y, doblando la rodilla, le hacían reverencias.


Él respondió: 'Elías vendrá antes a ponerlo todo en orden. Ahora bien, ¿cómo está escrito que el hijo del hombre tendrá que padecer mucho y ser despreciado?


Los fariseos, amigos del dinero, oían esto y se burlaban de él.


Al acercarse y ver la ciudad, lloró por ella,


Y se reían de él, porque sabían que estaba muerta.


Jesús añadió que el hijo del hombre tenía que padecer mucho, ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los maestros de la ley, ser matado y resucitar al tercer día.


Los judíos le replicaron: 'Con razón decimos que eres samaritano y que estás endemoniado'.


Engordó Jesurún y tiró coces -estabas gordo y corpulento-; / volvió las espaldas a Dios, / su creador, / y despreció la roca de su salvación.


Pues no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, ya que fue probado en todo a semejanza nuestra, a excepción del pecado.


Él, en los días de su vida mortal, presentó con gran clamor y lágrimas oraciones y súplicas al que podía salvarle de la muerte, y fue escuchado en atención a su obediencia;


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