El campo es el mundo. La buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del maligno.
Mateo 22:10 - Biblia Martin Nieto Los criados salieron a los caminos y recogieron a todos los que encontraron, malos y buenos, y la sala de bodas se llenó de invitados. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces los sirvientes llevaron a todos los que pudieron encontrar, tanto buenos como malos, y la sala del banquete se llenó de invitados. Biblia Católica (Latinoamericana) Los servidores salieron inmediatamente a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos, de modo que la sala se llenó de invitados. La Biblia Textual 3a Edicion Y saliendo aquellos siervos a los caminos, reunieron a todos los que hallaron, tanto malos como buenos,° y el salón de bodas se llenó de invitados.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Salieron los criados a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos, y la sala del banquete se llenó de comensales. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y buenos; y las bodas fueron llenas de invitados. |
El campo es el mundo. La buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del maligno.
Id a las encrucijadas de los caminos y a todos los que encontréis convidadlos a la boda.
Mientras fueron a comprarlo, vino el esposo, y las que estaban dispuestas entraron con él a las bodas y se cerró la puerta.
Jesús les dijo: '¿Es que los compañeros del esposo pueden estar tristes mientras el esposo está con ellos? Pero vendrán días en que les quiten al esposo; entonces ayunarán.
y que, cuando llegue, me humille mi Dios por causa vuestra y tenga que llorar por muchos que antes pecaron y no se han arrepentido de la impureza, de la lujuria y el desenfreno a que se entregaron.
Han surgido de entre nosotros, pero no eran de los nuestros; porque si hubieran sido de los nuestros, hubieran permanecido con nosotros; pero ha sucedido esto para que se manifieste que todos éstos no eran de los nuestros.
Ellos cantaban un cántico nuevo: Tú eres digno de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque has sido degollado y has rescatado para Dios con tu sangre a los hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación.
Después de esto vi aparecer una gran muchedumbre, que nadie podía contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua. Estaban en pie delante del trono de Dios y delante del cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos.