El trigo ¿se tritura? No, pues no se le trilla indefinidamente; después de hacer pasar por él la rueda, se le limpia sin triturarlo.
Mateo 13:37 - Biblia Martin Nieto Él respondió: 'El que siembra la buena semilla es el hijo del hombre. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre. Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús respondió: —El Hijo del Hombre es el agricultor que siembra la buena semilla. Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús les dijo: 'El que siembra la semilla buena es el Hijo del Hombre. La Biblia Textual 3a Edicion Él respondió y dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Él les respondió: 'El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Respondiendo Él les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre; |
El trigo ¿se tritura? No, pues no se le trilla indefinidamente; después de hacer pasar por él la rueda, se le limpia sin triturarlo.
'El que os recibe a vosotros me recibe a mí, y quien me recibe a mí recibe a quien me ha enviado.
Les propuso otra parábola: 'El reino de Dios es semejante a un hombre que sembró buena semilla en un campo.
Los criados fueron a decir a su amo: ¿No sembraste buena semilla en tu campo? ¿Cómo es que tiene cizaña?
y, al sembrar, parte de la semilla cayó junto al camino; vinieron las aves y se la comieron.
El hijo del hombre enviará a sus ángeles, que recogerán de su reino a todos los que son causa de pecado y a todos los agentes de injusticias
Jesús le dijo: 'Las raposas tienen madrigueras y las aves del cielo nidos, pero el hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza'.
El que os escucha a vosotros me escucha a mí; y el que os rechaza a vosotros me rechaza a mí; y el que me rechaza a mí rechaza al que me ha enviado'.
Os aseguro que el que reciba al que yo envíe me recibe a mí, y el que me recibe a mí recibe al que me ha enviado'.
Él repitió: '¡La paz esté con vosotros! Como el Padre me envió a mí, así os envío yo a vosotros'.
pero recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros para que seáis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaría y hasta los confines de la tierra'.
No me atrevería a hablar de alguna cosa que Cristo no hubiera hecho por medio de mi ministerio para conseguir que los paganos aceptaran el evangelio. Esto se ha conseguido con palabras y acciones,
Dios, después de haber hablado muchas veces y en diversas formas a nuestros padres por medio de los profetas,
¿cómo podríamos escapar nosotros si descuidamos una salvación tan grande? La cual, inaugurada por la predicación del Señor, nos ha sido transmitida con garantía por aquellos que le oyeron,