El cetro no será arrebatado de Judá, ni el bastón de mando de entre sus pies hasta que venga aquel a quien pertenece y a quien los pueblos obedecerán.
Mateo 12:30 - Biblia Martin Nieto El que no está conmigo está contra mí, y el que no recoge conmigo desparrama'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama. Biblia Nueva Traducción Viviente »El que no está conmigo, a mí se opone, y el que no trabaja conmigo, en realidad, trabaja en mi contra. Biblia Católica (Latinoamericana) El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama. La Biblia Textual 3a Edicion El que no está conmigo, está contra mí,° y el que conmigo no recoge, desparrama. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Quien no está conmigo, está contra mí; y quien conmigo no recoge, desparrama. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El que no es conmigo, contra mí es, y el que conmigo no recoge, desparrama. |
El cetro no será arrebatado de Judá, ni el bastón de mando de entre sus pies hasta que venga aquel a quien pertenece y a quien los pueblos obedecerán.
¿Quién defenderá mi causa contra los criminales, quién estará de mi parte contra los delincuentes?
Hay quien da libremente y sus riquezas aumentan; hay quien ahorra más de lo razonable y se empobrece.
¿Cómo puede uno entrar en la casa de un hombre fuerte y arrebatarle sus cosas si antes no lo ata? Sólo así podrá saquear su casa.
'Nadie puede servir a dos amos, porque odiará a uno y amará al otro, o bien despreciará a uno y se apegará al otro'. 'No podéis servir a Dios y al dinero.
El que no está conmigo está contra mí, y el que no recoge conmigo desparrama.
Jesús le dijo: 'No se lo impidáis, porque el que no está contra vosotros está a vuestro favor'.
y no sólo por la nación, sino también para reunir a los hijos de Dios dispersos.
Si no os parece bien servir al Señor, escoged hoy a quién queréis servir, si a los dioses a los que sirvieron vuestros padres al otro lado del río o a los dioses de los amorreos, cuya tierra ocupáis; yo y mi casa serviremos al Señor'.
Estando un día Josué cerca de Jericó, levantó los ojos y vio a un hombre delante de él con la espada desenvainada en su mano. Josué se le acercó y le dijo: '¿Eres de los nuestros o de los enemigos?'.
Han surgido de entre nosotros, pero no eran de los nuestros; porque si hubieran sido de los nuestros, hubieran permanecido con nosotros; pero ha sucedido esto para que se manifieste que todos éstos no eran de los nuestros.