habitando en sepulcros, pasando la noche en rincones secretos, comiendo carne de cerdo, echando en sus platos carne inmunda
Marcos 5:2 - Biblia Martin Nieto y, al desembarcar, le salió al encuentro, del cementerio, un hombre poseído de espíritu impuro, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y cuando salió él de la barca, en seguida vino a su encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo, Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando Jesús bajó de la barca, un hombre poseído por un espíritu maligno salió de entre las tumbas a su encuentro. Biblia Católica (Latinoamericana) Apenas había bajado Jesús de la barca, un hombre vino a su encuentro, saliendo de entre los sepulcros, pues estaba poseído por un espíritu malo. La Biblia Textual 3a Edicion En cuanto desembarcó, en seguida vino a su encuentro de entre los sepulcros un hombre poseído de un espíritu inmundo, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Apenas desembarcó, vino a su encuentro, saliendo de los sepulcros, un hombre poseído de un espíritu impuro. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y saliendo Él de la barca, enseguida le salió al encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo, |
habitando en sepulcros, pasando la noche en rincones secretos, comiendo carne de cerdo, echando en sus platos carne inmunda
En la sinagoga había un hombre poseído de un espíritu inmundo, que se puso a gritar:
Dijo entonces a sus discípulos que le reservaran una barca, pues la gente lo estrujaba.
De nuevo comenzó a enseñar a la orilla del lago. Acudió a él tanta gente que subió a sentarse en una barca en el lago, mientras toda la gente se quedó en tierra en la orilla.
Y dejando a la gente, lo llevaron con ellos en la barca tal como se encontraba; y le acompañaban otras barcas.
Cuando Jesús regresó en barca a la otra orilla, se reunió con él mucha gente, y se quedó junto al lago.
que vivía en el cementerio y al que nadie podía sujetar ni siquiera con cadenas,
Es que Jesús le había ordenado: '¡Espíritu impuro, sal de ese hombre!'.
pues en cuanto una mujer, cuya hija tenía un espíritu inmundo, oyó hablar de Jesús, fue y se postró a sus pies.
Al desembarcar, les salió al encuentro un hombre de la ciudad, poseído por demonios; desde hacía mucho tiempo andaba desnudo y no vivía en ninguna casa, sino en el cementerio.
Y mientras el muchacho se acercaba, el demonio lo tiró por tierra y lo retorció violentamente. Jesús increpó al espíritu impuro, curó al muchacho y lo devolvió a su padre.