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Levítico 4:25 - Biblia Martin Nieto

El sacerdote tomará con su dedo de la sangre de la víctima, untará con ella los cuernos del altar de los holocaustos y derramará toda la sangre restante al pie del mismo altar.

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Biblia Reina Valera 1960

Y con su dedo el sacerdote tomará de la sangre de la expiación, y la pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto, y derramará el resto de la sangre al pie del altar del holocausto,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Luego el sacerdote mojará su dedo en la sangre de la ofrenda por el pecado y la pondrá en los cuernos del altar de las ofrendas quemadas, y derramará el resto de la sangre al pie del altar.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Es un sacrificio por el pecado. El sacerdote mojará su dedo en la sangre de la víctima y derramará la sangre al pie de este altar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Entonces el sacerdote tomará con su dedo de la sangre de la víctima por el pecado y la pondrá en los cuernos del altar del holocausto. Luego derramará el resto de su sangre al pie del altar del holocausto.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Después el sacerdote, mojando su dedo en la sangre de la víctima expiatoria, la pondrá en los cuernos del altar de los holocaustos y derramará la sangre restante al pie del altar de los holocaustos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y el sacerdote tomará con su dedo de la sangre de la ofrenda por el pecado, y pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto, y derramará la sangre al pie del altar del holocausto:

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Levítico 4:25
18 Tagairtí Cros  

Tomas parte de la sangre del becerro, y con el dedo untarás con ella los cuernos del altar, derramando la restante al pie del altar.


¿No lo sabéis? ¿No lo habéis oído? ¿No se os ha manifestado desde el principio? ¿No lo habéis comprendido desde que se fundó la tierra?


Una vez fuera, irá al altar que está delante del Señor y hará sobre él el rito de absolución; tomará sangre del novillo y del macho cabrío, untará con ella los cuernos del altar todo alrededor


porque la sangre es la vida de la carne, y yo os he dado la sangre para que hagáis sobre el altar el rito de absolución por vuestras vidas, pues la sangre es la que paga el rescate por la vida.


pondrá parte de ella sobre los cuernos del altar que se encuentra delante del Señor en la tienda de la reunión, y derramará toda la sangre restante al pie del altar de los holocaustos, que está a la entrada de la tienda de la reunión.


Pondrá su mano sobre la cabeza del macho cabrío y lo inmolará en el lugar donde se inmolan los holocaustos delante del Señor. Es un sacrificio por el pecado.


El sacerdote tomará con su dedo de la sangre, untará con ella los cuernos del altar de los holocaustos y derramará toda la sangre restante al pie del altar.


El sacerdote tomará con el dedo de la sangre del sacrificio por el pecado, untará con ella los cuernos del altar de los holocaustos y derramará toda la sangre restante al pie del altar.


pondrá parte de ella sobre los cuernos del altar de los perfumes, que está delante del Señor en la tienda de la reunión, y derramará toda la sangre restante del novillo al pie del altar de los holocaustos, que se encuentra a la entrada de la tienda de la reunión.


con parte de su sangre rociará la pared del altar, y el resto lo exprimirá al pie de éste: es un sacrificio por el pecado.


Moisés tomó el óleo de la unción y ungió y consagró la morada y todo lo que había en ella.


Moisés lo inmoló y, mojando sus dedos en la sangre, untó con ella los cuernos del altar todo alrededor y lo purificó. Luego derramó la sangre al pie del altar y lo consagró haciendo sobre él el rito de absolución.


Sus hijos le presentaron la sangre, y él, mojando su dedo, untó con ella los cuernos del altar, derramando la restante al pie del mismo.


porque el fin de la ley es Cristo, para justificación de todo el que cree.


Convenía, en efecto, que aquel por quien y para quien todo fue hecho, queriendo llevar a la gloria un gran número de hijos, hiciese perfecto, mediante los sufrimientos, al jefe que debía guiarlos a la salvación.


Por lo demás, según la ley, casi todo es purificado con la sangre, y sin derramamiento de sangre no hay perdón.