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Hebreos 2:10 - Biblia Martin Nieto

10 Convenía, en efecto, que aquel por quien y para quien todo fue hecho, queriendo llevar a la gloria un gran número de hijos, hiciese perfecto, mediante los sufrimientos, al jefe que debía guiarlos a la salvación.

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Biblia Reina Valera 1960

10 Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Dios —para quien y por medio de quien todo fue hecho— eligió llevar a muchos hijos a la gloria. Convenía a Dios que, mediante el sufrimiento, hiciera a Jesús un líder perfecto, apto para llevarlos a la salvación.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Dios, del que viene todo y que actúa en todo, quería introducir en la Gloria a un gran número de hijos, y le pareció bien hacer perfecto por medio del sufrimiento al que se hacía cargo de la salvación de todos;'

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Porque convenía a Aquél por cuya causa son todas las cosas, y por medio del cual todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar° a muchos hijos a la gloria, perfeccionara por medio de padecimientos al Autor de la salvación de ellos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Porque convenía que aquel que es origen y fin de todo, al conducir a la gloria a la multitud de los hijos, llevara al autor de esta salvación hasta la perfección por medio del sufrimiento.

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Hebreos 2:10
46 Tagairtí Cros  

¡Lejos de ti hacer tal cosa! ¡Hacer morir al justo con el pecador, tratarle como al culpable! ¡Nunca hagas eso! ¿El juez de toda la tierra no hará justicia?'.


El Señor ha hecho todas las cosas para un fin, incluso al criminal para el día del castigo.


El pueblo que yo he formado celebrará mi gloria.


Yo le he puesto como testigo para los pueblos, caudillo y señor de las naciones.


Aunque reparta regalos entre las naciones, ahora yo los voy a dispersar, y pronto dejarán de surgir reyes y príncipes.


El que los guía irá a la cabeza, abrirá el camino y pasarán por la puerta de salida; su rey irá el primero, y el Señor a su cabeza.


un novillo, un carnero, un cordero de un año, para el holocausto;


Y él les dijo: 'Id y decid a ese zorro: Hoy y mañana seguiré echando demonios y haciendo curaciones, y pasado mañana terminaré.


'Gloria a Dios en el cielo y paz en la tierra a los hombres que él ama'.


¿No era necesario que Cristo sufriera todo eso para entrar en su gloria?'.


'Estaba escrito que el mesías tenía que sufrir y resucitar de entre los muertos al tercer día,


y no sólo por la nación, sino también para reunir a los hijos de Dios dispersos.


Cuando Jesús lo probó, dijo: 'Todo está cumplido'. E, inclinando la cabeza, expiró. La herida del costado


matasteis al autor de la vida, a quien Dios resucitó de entre los muertos; de lo cual nosotros somos testigos.


Dios lo ha ensalzado con su diestra como jefe y salvador para dar a Israel el arrepentimiento y el perdón de los pecados.


Porque de él y por él y para él son todas las cosas. A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén.


y obró así para dar a conocer la riqueza de su generosidad con los que eran objeto de su amor, los que él predispuso para gloria,


una sabiduría divina, misteriosa, oculta, que Dios destinó para nuestra gloria antes de crear el mundo.


para nosotros hay un solo Dios, el Padre, del que proceden todas las cosas y por el que hemos sido creados; y un solo Señor, Jesucristo, por quien existen todas las cosas, y por el que también nosotros existimos.


Y todos nosotros, con la cara descubierta, reflejando como en un espejo la gloria del Señor, nos transformamos en su misma imagen, resultando siempre más gloriosos, bajo el influjo del Espíritu del Señor.


Pues el peso momentáneo y ligero de nuestras penalidades produce, sobre toda medida, un peso eterno de gloria


Todo viene de Dios, que nos reconcilió con él por medio de Cristo, y nos confió el ministerio de la reconciliación.


seré para vosotros Padre, y vosotros seréis para mí hijos e hijas, dice el Señor todopoderoso.


Porque todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús;


a fin de manifestar en los siglos venideros la excelsa riqueza de su gracia mediante su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.


Así, de ahora en adelante, por medio de la Iglesia, los principados y potestades celestiales podrán conocer la incalculable sabiduría de Dios,


Cuando Cristo se manifieste, él que es vuestra vida, entonces vosotros también apareceréis con él en la gloria.


Todo lo soporto por los elegidos, para que también ellos alcancen la salvación que tenemos en Cristo Jesús y la gloria eterna.


fijando nuestra mirada en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien, para obtener la gloria que se le proponía, soportó la cruz, aceptando valientemente la ignominia, y está sentado a la diestra del trono de Dios.


donde, como precursor nuestro, entró Jesús, convertido en sumo sacerdote para siempre a la manera de Melquisedec.


Tal era precisamente el sumo sacerdote que nos convenía: santo, inocente, sin mancha, separado de los pecadores y elevado más alto que los cielos;


La ley, en efecto, constituye sumos sacerdotes a hombres débiles; pero la palabra del juramento posterior a la ley constituye sacerdote al Hijo, hecho perfecto para siempre.


y Dios les hizo saber que lo que ellos anunciaban no era para ellos sino para vosotros esto es lo que ahora os anuncian los que predican el evangelio con el poder del Espíritu Santo enviado del cielo esto es lo que los mismos ángeles están deseando contemplar.


A los presbíteros que hay entre vosotros los exhorto yo, presbítero también, testigo de los sufrimientos de Cristo y participante en la gloria que habrá de manifestarse en el futuro:


El Dios de toda gracia que os llamó en Cristo a su eterna gloria, él mismo os perfeccionará después de un breve padecer, os confirmará, os fortalecerá y os consolidará.


Señor, Dios nuestro, tú eres digno de recibir la gloria, el honor y el poder, porque tú has creado todas las cosas, por tu voluntad existen y han sido creadas.


Después de esto vi aparecer una gran muchedumbre, que nadie podía contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua. Estaban en pie delante del trono de Dios y delante del cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos.


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