Ocozías se cayó por una ventana del piso superior en Samaría, resultando gravemente herido. Y envió mensajeros a consultar a Belcebú, dios de Ecrón, si se curaría de sus heridas.
Jueces 5:28 - Biblia Martin Nieto La madre de Sísara se asoma a la ventana, mira por entre las celosías. ¿Por qué tarda en venir su carro? ¿Por qué son tan lentas sus cuadrigas? Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 La madre de Sísara se asoma a la ventana, Y por entre las celosías a voces dice: ¿Por qué tarda su carro en venir? ¿Por qué las ruedas de sus carros se detienen? Biblia Nueva Traducción Viviente »Por la ventana se asomó la madre de Sísara. Desde la ventana esperaba su regreso mientras decía: “¿Por qué tarda tanto en llegar su carro? ¿Por qué no oímos el sonido de las ruedas del carro?”. Biblia Católica (Latinoamericana) La madre de Sísera se asoma a la ventana, observa a través de la celosía: '¿Por qué, dice, tarda tanto en volver su carro? ¡Qué lentos son sus carros para volver!' La Biblia Textual 3a Edicion La madre de Sísara se asoma a la ventana, Y clama por entre las celosías: ¿Por qué tarda su carro en venir? ¿Por qué se han detenido las ruedas de sus carruajes? Biblia Serafín de Ausejo 1975 A la ventana se asoma y atisba, tras las celosías, la madre de Sísara: ¿Por qué su carro tarda en llegar? ¿Por qué se retrasan sus carros de combate? Biblia Reina Valera Gómez (2023) La madre de Sísara se asoma a la ventana, y por entre las celosías a voces dice: ¿Por qué tarda su carro en venir? ¿Por qué se demoran las ruedas de sus carros? |
Ocozías se cayó por una ventana del piso superior en Samaría, resultando gravemente herido. Y envió mensajeros a consultar a Belcebú, dios de Ecrón, si se curaría de sus heridas.
Mientras que en la ventana de mi casa estaba yo mirando a través de las celosías,
Semejante es mi amor a una gacela, a un ágil cervatillo. Vedlo ya aquí apostado detrás de nuestra cerca. Mira por las ventanas, espía por las celosías.
¡Huye, amor mío, sé como la gacela, como el cervatillo en los montes perfumados!
Tened paciencia, hermanos, hasta la venida del Señor. Ved cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando pacientemente hasta que caigan las lluvias tempranas y las tardías.
El Señor amedrentó a Sísara, a todos sus carros y a todo su ejército ante la presencia de Barac. Sísara, bajando de su carro, huyó a pie.
A sus pies se doblegó, cayó, yació, a sus pies se derrumbó, cayó; donde se doblegó, allí cayó muerto.
La más avisada de sus damas responde y se repite las mismas palabras: