Los amonitas se dieron cuenta de que se habían hecho odiosos a David, y enviaron mensajeros para contratar como mercenarios a los sirios de Bet Rejob y de Sobá, veinte mil soldados de infantería, del rey de Maacá, mil hombres, y de Tob, doce mil.
Jueces 18:28 - Biblia Martin Nieto No hubo nadie que los socorriese, porque estaban lejos de Sidón y no tenían relación alguna con los arameos. Estaba situada en el valle que se extiende hasta Bet Rejob. Ellos reedificaron la ciudad y se instalaron en ella. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y no hubo quien los defendiese, porque estaban lejos de Sidón, y no tenían negocios con nadie. Y la ciudad estaba en el valle que hay junto a Bet-rehob. Luego reedificaron la ciudad, y habitaron en ella. Biblia Nueva Traducción Viviente No hubo quien rescatara a los habitantes porque vivían a gran distancia de Sidón y no tenían aliados cerca. Esto sucedió en el valle cerca de Bet-rehob. Después la gente de la tribu de Dan reconstruyó la ciudad para vivir allí Biblia Católica (Latinoamericana) No hubo nadie que la socorriera pues Sidón quedaba lejos y no tenían relación con nadie. La ciudad efectivamente se encuentra en la llanura en dirección a Bet-Rejob. La reconstruyeron y se instalaron allí. La Biblia Textual 3a Edicion Y no hubo quien la librara, porque estaba lejos de Sidón, y no tenían trato con hombre alguno. Estaba en el valle de Bet-rehob. Luego reedificaron la ciudad y habitaron en ella. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No hubo quien viniera en su auxilio, porque la ciudad estaba lejos de Sidón y no tenía relaciones con nadie. Estaba situada en el valle que hay junto a Bet Rejob. Reedificaron la ciudad y se establecieron en ella. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y no hubo quien los defendiese, porque estaban lejos de Sidón, y no tenían comercio con nadie. Y la ciudad estaba en el valle que hay en Bet-rehob. Luego reedificaron la ciudad, y habitaron en ella. |
Los amonitas se dieron cuenta de que se habían hecho odiosos a David, y enviaron mensajeros para contratar como mercenarios a los sirios de Bet Rejob y de Sobá, veinte mil soldados de infantería, del rey de Maacá, mil hombres, y de Tob, doce mil.
y tu sierva tenía dos hijos. Riñeron los dos en el campo y, no habiendo quien los separara, el uno golpeó al otro y lo mató.
Después fueron a Galaad y al país de los hititas, a Cades; pasaron a Dan, y desde Dan se volvieron hacia Sidón.
Entended esto bien los que olvidáis a Dios, si no queréis que os destroce y no haya quien os salve;
Señor, Dios mío, tú eres mi refugio, sálvame de mis perseguidores, sálvame;
Ha dicho: No te alegrarás ya más, virgen deshonrada, hija de Sidón. Levántate; vete a Chipre, que tampoco allí tendrás reposo.
Avergüénzate, Sidón, pues así habla el mar: No; no he estado de parto, ni he parido, ni he criado jóvenes, ni he nutrido doncellas.
Fueron y exploraron toda la tierra desde el desierto de Sin hasta el Rejob, junto a la entrada de Jamat.
El Señor los entregó en manos de Israel, que los derrotó y los persiguió hasta Sidón la Grande y hasta Misrefot, al occidente, y hasta el valle de Mispá, al oriente. Los derrotó de tal forma que no quedó ni un superviviente.
En aquel tiempo no había rey en Israel. La tribu de Dan buscaba un territorio donde establecerse, porque hasta entonces no había recibido heredad entre las tribus de Israel.
Y la llamaron Dan, de Dan, su padre, hijo de Israel. Antiguamente se llamaba Lais.
De allí los cinco hombres se fueron a Lais. Vieron que las gentes de esta ciudad vivían seguros, a la manera de los sidonios, tranquilos y pacíficos, y que nada les faltaba de cuanto produce la tierra; además estaban lejos de los sidonios y sin relación alguna con los arameos.