Le preguntaron: '¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?'. Respondió:
Le volvieron a decir: ¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?
—¿Pero qué fue lo que hizo? —le preguntaron—. ¿Cómo te sanó?
Le preguntaron: '¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?'
Le preguntaron otra vez: ¿Qué te hizo? ¿Cómo te restauró los ojos?
Preguntáronle entonces: '¿Qué es lo que hizo contigo? ¿Cómo te abrió los ojos?'.
Y le volvieron a decir: ¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?
Responde al necio según su insensatez, para que no se tenga por sabio.
Y preguntaron a Baruc: 'Indícanos cómo has escrito todas estas cosas'.
Los maestros de la ley y los fariseos espiaban a Jesús a ver si curaba en sábado, para acusarlo.
Y le preguntaban: 'Pues, ¿cómo se te han abierto los ojos?'.
Los fariseos, a su vez, le preguntaron cómo había obtenido la vista. Él les dijo: 'Me puso lodo en los ojos, me lavé y veo'.
Él respondió: 'No sé si es pecador o no; sólo sé que yo era ciego y ahora veo'.
'Ya os lo he dicho y no me habéis hecho caso. ¿Por qué queréis oírlo otra vez? ¿Queréis también vosotros haceros sus discípulos?'.