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Juan 11:52 - Biblia Martin Nieto

y no sólo por la nación, sino también para reunir a los hijos de Dios dispersos.

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Biblia Reina Valera 1960

y no solamente por la nación, sino también para congregar en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Y no solo por esa nación, sino que también moriría para congregar y unir a todos los hijos de Dios dispersos por el mundo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

y no sólo por la nación, sino también para reunir a los hijos de Dios que estaban dispersos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

y no sólo por la nación, sino también para congregar en uno° a los hijos de Dios que estaban dispersados.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

y no por la nación sola, sino también para reunir juntos a los hijos de Dios que estaban dispersos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

y no solamente por aquella nación, sino también para reunir en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos.

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Juan 11:52
40 Tagairtí Cros  

El cetro no será arrebatado de Judá, ni el bastón de mando de entre sus pies hasta que venga aquel a quien pertenece y a quien los pueblos obedecerán.


Siento que me disuelvo como el agua, todos mis huesos se dislocan, mi corazón se ha vuelto como cera, se me deshace dentro de mi pecho;


Los pobres comerán hasta saciarse, alabarán al Señor los que lo buscan: '¡Viva su corazón eternamente!'.


bendito sea su nombre glorioso para siempre, que toda la tierra se llene de su gloria. ¡Amén! ¡Amén!


Alza en torno tus ojos y mira; todos se reúnen para venir a ti. Por mi vida -dice el Señor- que todos ellos serán joyas de tu adorno y los ceñirás como una novia.


y dice: Poca cosa es que seas mi siervo para restablecer las tribus de Jacob y traer de nuevo a los supervivientes de Israel. Yo te he puesto como luz de las gentes, para que llegue mi salvación hasta los extremos de la tierra.


Mira, a pueblos que no conocías llamarás y naciones desconocidas correrán hacia ti, por el Señor, tu Dios, y por el Santo de Israel, que te glorifica.


Esto dice el Señor Dios, que reúne a los dispersos de Israel: Todavía juntaré otros a los que están ya reunidos.


Alza en torno los ojos y contempla; todos se reúnen y vienen a ti, tus hijos llegan de lejos y tus hijas son traídas en brazos.


Como un pastor pasa revista a su ganado cuando se encuentra entre su rebaño disperso, así pasaré yo revista a mis ovejas y las recobraré de todos los lugares donde se habían dispersado en día de nubes y tinieblas.


'O ¿qué mujer que tenga diez monedas, si pierde una, no enciende una luz y barre la casa y la busca cuidadosamente hasta encontrarla?


luz para iluminar a las naciones y gloria de tu pueblo, Israel'.


A todos los que lo reciben, / a los que creen en su nombre, / les da el ser hijos de Dios; /


Al día siguiente, Juan vio a Jesús que venía hacia él, y dijo: 'Éste es el cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.


Tengo otras ovejas que no son de este redil. También a ellas tengo que apacentarlas. Ellas escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño y un solo pastor.


Y yo, cuando sea levantado de la tierra, a todos los atraeré hacia mí'.


porque yo estoy contigo, y nadie intentará hacerte mal, pues tengo en esta ciudad un pueblo numeroso'.


¿O es que Dios es solamente Dios de los judíos? ¿No lo es también de los paganos? Sí, también de los paganos;


como dice la Escritura: Te he constituido padre de muchos pueblos. Lo es delante de Dios, en quien creyó; el Dios que da la vida a los muertos y llama a la existencia a las cosas que no existen.


Por puro amor nos ha predestinado a ser sus hijos adoptivos, por medio de Jesucristo y conforme al beneplácito de su voluntad,


según el plan eterno que Dios ha realizado en Cristo Jesús, Señor nuestro.


Santiago, siervo de Dios y de Jesucristo el Señor, a las doce tribus dispersas por el mundo, salud.


Pedro apóstol de Jesucristo a los emigrantes esparcidos por el Ponto Galacia Capadocia Asia y Bitinia


Él se ofrece en expiación por nuestros pecados; y no sólo por los nuestros, sino por los de todo el mundo.


Mirad qué gran amor nos ha dado el Padre al hacer que nos llamemos hijos de Dios y lo seamos de verdad. Si el mundo no nos conoce, es porque no le ha conocido a él.


En esto se distinguen los hijos de Dios y los hijos del diablo: el que no practica la justicia no es de Dios, ni el que no ama a su hermano.


Queridos míos, desde ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal y como es.


Ellos cantaban un cántico nuevo: Tú eres digno de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque has sido degollado y has rescatado para Dios con tu sangre a los hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación.