Juan 10:29 - Biblia Martin Nieto Mi Padre, que me las ha dado, es más que todas las cosas; y nadie puede arrebatar nada de la mano de mi Padre. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Biblia Nueva Traducción Viviente porque mi Padre me las ha dado, y él es más poderoso que todos. Nadie puede quitarlas de la mano del Padre. Biblia Católica (Latinoamericana) Aquello que el Padre me ha dado es más fuerte que todo, y nadie puede arrebatarlo de la mano de mi Padre. La Biblia Textual 3a Edicion Lo° que me ha dado mi Padre es mayor que todas las cosas, y nadie puede arrebatarlo de la mano del Padre. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mi Padre, que me las ha confiado, es superior a todos, y nadie puede arrebatarlas de las manos del Padre. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mi Padre que me las dio, mayor que todos es, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. |
Ahora reconozco que el Señor es más fuerte que todos los dioses, porque ha castigado a los egipcios, que tiranizaban a Israel'.
Entonces promulgué la orden de que se presentaran ante mí todos los sabios de Babilonia, a fin de que me diesen la interpretación del sueño.
¡Maldito el tramposo que, teniendo en su rebaño un macho perfecto, hace una promesa y ofrece al Señor en sacrificio otro defectuoso! Yo soy un gran rey -dice el Señor todopoderoso-, y mi nombre es temible entre las naciones.
yo les doy la vida eterna y no perecerán jamás; no me las arrebatará nadie de mis manos.
Ya sabéis lo que os he dicho: Me voy, pero volveré a estar con vosotros. Si me amáis, os alegraréis de que me vaya al Padre, porque el Padre es mayor que yo.
Ya no estoy en el mundo; pero ellos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, guarda con tu poder a los que me has confiado, para que sean, como nosotros, una sola cosa.
y que por el poder que tú le has dado sobre todos los hombres, él dé vida eterna a todos los que le has confiado. (
'He manifestado tu nombre a los hombres que escogiste del mundo y me los confiaste; tuyos eran, y tú me los confiaste; y ellos han guardado tu doctrina.
Yo te ruego por ellos: no te ruego por el mundo, sino por los que tú me has confiado, pues son tuyos;
Todos los que el Padre me da vendrán a mí. Al que viene a mí no lo rechazo,