para no oír la voz de los encantadores, del mago experto en el encanto.
Jeremías 8:17 - Biblia Martin Nieto He aquí que yo envío contra vosotros serpientes venenosas, inaccesibles al encanto; os morderán -dice el Señor- y sin remedio. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Porque he aquí que yo envío sobre vosotros serpientes, áspides contra los cuales no hay encantamiento, y os morderán, dice Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente Enviaré estas tropas enemigas entre ustedes como serpientes venenosas a las que no pueden encantar. Los morderán y ustedes morirán. ¡Yo, el Señor, he hablado!». Biblia Católica (Latinoamericana) Voy a mandarles a ustedes serpientes venenosas, contra las que no exista encantamiento; que los morderán sin remedio, dice Yavé. La Biblia Textual 3a Edicion Yo envío contra vosotros serpientes venenosas, Contra las que no valdrá el encantamiento, Y os morderán mortalmente, dice YHVH. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pues mirad: yo envío contra vosotros serpientes venenosas contra las que no hay conjuro y os morderán -oráculo de Yahveh-. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque he aquí que yo envío sobre vosotros serpientes, áspides, contra las cuales no hay encantamiento; y os morderán, dice Jehová. |
para no oír la voz de los encantadores, del mago experto en el encanto.
Si la serpiente muerde y no está encantada, ninguna ventaja tiene el encantador.
No te regocijes, Filistea toda, porque haya sido roto el palo que te golpeaba; pues de la raza de la serpiente saldrá un basilisco, y su fruto será un dragón volador.
Como el hombre que huye del león, y le acosa un oso; entra en casa, pone su mano sobre la pared y le muerde una serpiente.
si se esconden en la cima del Carmelo, allí los buscaré y los mataré; si se ocultan a mis ojos en el fondo del mar, allí mandaré a la serpiente que los muerda;
El Señor envió entonces contra el pueblo serpientes venenosas, que los mordían y hacían morir a muchos israelitas.
Quedarán extenuados por el hambre, / consumidos por la fiebre y por la peste. / Enviaré contra ellos fieras salvajes y serpientes venenosas.
Porque el poder de los caballos está en sus bocas y en sus colas; sus colas, parecidas a las serpientes, tienen cabezas, de las que se sirven para dañar.