Salmos 58 - Biblia Martin Nieto1 Al maestro de coro. Según 'No destruyas'. Poema de David 2 ¿De veras, jueces, administráis justicia, juzgáis según derecho a los hombres? 3 ¡No! Conscientemente cometéis injusticias, abrís camino a la violencia en el país. 4 Los criminales lo son desde el vientre de su madre, los embaucadores antes de nacer ya son así; 5 están envenenados con veneno de víbora, sordos como el áspid que se tapa el oído 6 para no oír la voz de los encantadores, del mago experto en el encanto. 7 Oh Dios, rompe los dientes de su boca, a estos leones rómpeles las muelas; 8 que se disuelvan como agua derramada, que se sequen como hierba que se pisa; 9 pasen como la babosa que se deshace en baba, como el abortado que nunca vio la luz. 10 Antes que vuestras ollas sientan la llama de la zarza, sea verde o quemada, las barra el huracán. 11 El justo se alegrará viendo la venganza, lavará sus pies en la sangre de los criminales. |
Evaristo Martín Nieto©