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Jeremías 7:34 - Biblia Martin Nieto

Y yo haré cesar en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén los gritos de júbilo y algazara, los cantos del esposo y de la esposa, porque el país se convertirá en una desolación.

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Biblia Reina Valera 1960

Y haré cesar de las ciudades de Judá, y de las calles de Jerusalén, la voz de gozo y la voz de alegría, la voz del esposo y la voz de la esposa; porque la tierra será desolada.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Pondré fin a las risas y a las alegres canciones en las calles de Jerusalén. No se oirán más las voces felices de los novios ni de las novias en las ciudades de Judá. La tierra quedará completamente desolada.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Suspenderé en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén toda manifestación de gozo y de alegría, los cantos del novio y de la novia, porque el país sólo será un desierto.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalem, haré cesar la voz de gozo y la voz de alegría, la voz del novio y la voz de la novia, porque esta tierra vendrá a ser una desolación.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Haré desaparecer de las ciudades de Judá y de las calles de Jerusalén el grito de gozo y el grito de alegría, el canto del esposo y el canto de la esposa; pues el país será un desierto'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y haré cesar de las ciudades de Judá, y de las calles de Jerusalén, la voz de gozo y la voz de alegría, la voz de desposado y la voz de desposada; porque la tierra será desolada.

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Jeremías 7:34
23 Tagairtí Cros  

Y aquella noche sea estéril, ignore los clamores de júbilo.


un fuego devoró a la gente joven, no hubo canción nupcial para los novios;


Vuestro país es un desierto; vuestras ciudades, pasto del fuego; vuestro suelo, ante vuestros mismos ojos, extranjeros lo devoran; es una desolación, como las ruinas de Sodoma.


Llanto y lamento habrá en tus puertas, y yacerás desolada en el polvo.


Yo dije: ¿Hasta cuándo, Señor? Y me respondió: Hasta que las ciudades estén devastadas y desiertas, las casas vacías y la tierra abandonada;


porque esto dice el Señor todopoderoso, Dios de Israel: Voy a suprimir de este lugar, a vuestros ojos y en vuestros días, los gritos de gozo y algazara, los cantos del esposo y de la esposa.


Pues esto dice el Señor acerca de la casa real de Judá: Eras para mí como un Galaad, como una cima del Líbano. Pero yo te transformaré en desierto, en ciudad despoblada.


Haré desaparecer de entre ellos los gritos de alegría y algazara, el canto del esposo y de la esposa, el ruido del molino y la luz de la lámpara.


No los escuchéis; someteos al rey de Babilonia y viviréis. ¿Por qué esta ciudad ha de convertirse en un montón de ruinas?


Esto dice el Señor: En este lugar que vosotros decís desierto, porque no hay hombres ni animales; en las ciudades de Judá y por las calles de Jerusalén, que están ahora desoladas, sin habitantes y sin ganados, se volverá a sentir


el grito de alegría y alborozo, el canto del esposo y de la esposa, la voz de aquellos que, al llevar al templo del Señor los sacrificios de acción de gracias, cantarán: 'Dad gracias al Señor omnipotente, porque el Señor es bueno, porque es eterno su amor'. Pues yo voy a cambiar la suerte de este país a su condición primera, dice el Señor.


He mirado: la campiña era un desierto, todas las ciudades destruidas por el Señor, por el ardor de su cólera.


Sí, así habla el Señor: Todo el país será devastado, yo llevaré a cabo un total exterminio.


Por eso se encendieron mi furor y mi cólera y consumieron las ciudades de Judá y las calles de Jerusalén, dejándolas convertidas en desolación y ruinas, como lo están actualmente.


Los ancianos han dejado de acudir a la puerta, han dejado sus músicas los jóvenes.


Pondré silencio a tus armoniosas canciones, no se volverá a oír el son de tus cítaras.


y la violencia se ha hecho cetro de la injusticia. Nada quedará de ello, ni de su riqueza, ni de su esplendor, ni de su magnificencia.


Por eso volveré a tomar mi trigo a su tiempo y mi vino a su estación, y recobraré mi lana y mi lino con que ella cubría su desnudez.


Haré cesar todo su regocijo, sus fiestas, sus novilunios, sus sábados y todas sus solemnidades.


A vosotros os dispersaré entre las naciones y os perseguiré con la espada desenvainada. Vuestra tierra será una desolación y vuestras ciudades un montón de ruinas.


Y la tierra quedará hecha un desierto por la mala conducta de sus habitantes.


la luz de la lámpara ya no brillará en ti, ni se oirá jamás en ti la voz del esposo y de la esposa, porque tus comerciantes eran los grandes de la tierra y tus sortilegios han seducido a todas las naciones;