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Isaías 6:11 - Biblia Martin Nieto

11 Yo dije: ¿Hasta cuándo, Señor? Y me respondió: Hasta que las ciudades estén devastadas y desiertas, las casas vacías y la tierra abandonada;

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Biblia Reina Valera 1960

11 Y yo dije: ¿Hasta cuándo, Señor? Y respondió él: Hasta que las ciudades estén asoladas y sin morador, y no haya hombre en las casas, y la tierra esté hecha un desierto;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Entonces yo dije: —Señor, ¿cuánto tiempo durará esto? Y él contestó: —Hasta que sus ciudades queden vacías, sus casas queden desiertas y la tierra entera quede seca y baldía;

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Yo dije: '¿Hasta cuándo, Señor?' Y él me respondió:'

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 Y pregunté: ¿Hasta cuándo, Adonay? Y declaró: Hasta que las ciudades estén asoladas y sin morador, Y no haya hombres en las casas, Y la tierra venga a ser una desolación completa.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 '¿Hasta cuándo, Señor?' -pregunté-. Y él me respondió: 'Hasta que queden las ciudades asoladas y sin habitantes, las casas sin hombres, el campo desolado como un desierto.

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Isaías 6:11
28 Tagairtí Cros  

¿Hasta cuándo, oh Dios, seguirá blasfemando el enemigo?, ¿hasta cuándo seguirá ultrajando el opresor?


¿Hasta cuándo, Señor, tu ira, que no termina nunca; tu celo, que quema como un fuego?


Vuelve con nosotros, Señor. ¿Hasta cuándo? Ten piedad de tus siervos.


¿Hasta cuándo, Señor, los criminales, hasta cuándo van a triunfar los criminales?


Vuestro país es un desierto; vuestras ciudades, pasto del fuego; vuestro suelo, ante vuestros mismos ojos, extranjeros lo devoran; es una desolación, como las ruinas de Sodoma.


Haré a los hombres más escasos que el oro, a los mortales más raros que el oro de Ofir.


Llanto y lamento habrá en tus puertas, y yacerás desolada en el polvo.


Así Jerusalén caerá en ruinas y Judá se hundirá, pues sus palabras y sus hechos se oponen al Señor y desafían su majestad.


Pues el palacio está desierto, el bullicio de la ciudad ha enmudecido, el Ofel y la torre de guardia se han convertido para siempre en cavernas, en solaz de los asnos salvajes y pasto de los rebaños.


Que se alegren el desierto y la tierra seca, que se regocije la estepa y que florezca,


En mis oídos ha sonado la palabra del Señor omnipotente: ¡Las muchas casas quedarán en ruinas; grandes y bellas, no habrá quien las habite!


No serás ya la abandonada, la maldecida de los viandantes; yo haré de ti una gloria eterna, una delicia de todas las generaciones.


Nuestro templo santo y glorioso, donde te alabaron nuestros padres, ha sido devorado por el fuego, y todo lo que hacía nuestras delicias está en ruinas.


Pues esto dice el Señor acerca de la casa real de Judá: Eras para mí como un Galaad, como una cima del Líbano. Pero yo te transformaré en desierto, en ciudad despoblada.


De su espesura se abalanza el león, el destructor de naciones se pone en marcha, abandona su morada para reducir tu país a un desierto; tus ciudades serán arrasadas, despobladas.


Esto dice el Señor todopoderoso, Dios de Israel: Ya habéis visto todos los males que yo he mandado sobre Jerusalén y sobre todas las ciudades de Judá; hoy son un montón de ruinas sin un alma que habite en ellas


Y el rey de Babilonia los mató en Ribla, en la región de Jamat. Así fue deportado Judá lejos de su tierra.


Por todo vuestro territorio las ciudades serán arruinadas y devastadas las colinas, a fin de que sean destruidos y devastados vuestros altares, despedazados y aventados vuestros ídolos, hechas añicos vuestras columnas y aniquiladas vuestras obras.


Oí entonces a un santo que hablaba y a otro santo que preguntaba al que estaba hablando: ¿Hasta cuándo durará lo que anuncia la visión: el sacrificio cotidiano, la perversidad desoladora, el santuario y las milicias pisoteados?


Convertiré en desiertos vuestras ciudades, devastaré vuestros santuarios y no aspiraré más el aroma de vuestros sacrificios.


A vosotros os dispersaré entre las naciones y os perseguiré con la espada desenvainada. Vuestra tierra será una desolación y vuestras ciudades un montón de ruinas.


Aquel día se contará sobre vosotros un proverbio, se cantará una elegía y se dirá: '¡Estamos totalmente arruinados! Se ha vendido la porción de mi pueblo, y nadie ya la restituye. ¡Entre los apóstatas se reparten nuestros campos!'.


quitaré de tu mano las hechicerías y no tendrás más adivinos.


Por eso voy a castigarte, a destruirte por tus crímenes.


Y la tierra quedará hecha un desierto por la mala conducta de sus habitantes.


Quedaréis muy pocos, vosotros que erais numerosos como las estrellas del cielo, por no haber obedecido al Señor, tu Dios.


Así como el Señor se gozaba en haceros felices y en multiplicaros, así se gozará ahora en perderos y destruiros. Seréis exterminados de la tierra que vais a ocupar.


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