Podrán los jóvenes cansarse y fatigarse, podrán tambalearse los muchachos;
Jeremías 6:11 - Biblia Martin Nieto Estoy lleno de furor del Señor, cansado estoy de contenerlo. Derrámalo sobre el niño de la calle, sobre las cuadrillas de jóvenes también. Todos serán presas: marido y mujer, el adulto y el hombre lleno de años. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Por tanto, estoy lleno de la ira de Jehová, estoy cansado de contenerme; la derramaré sobre los niños en la calle, y sobre la reunión de los jóvenes igualmente; porque será preso tanto el marido como la mujer, tanto el viejo como el muy anciano. Biblia Nueva Traducción Viviente Por eso ahora estoy lleno de la furia del Señor. ¡Sí, estoy cansado de contenerla! «Derramaré mi furia sobre los niños que juegan en las calles y sobre las reuniones de jóvenes, sobre esposos y esposas y sobre los que son viejos y canosos. Biblia Católica (Latinoamericana) ¡Pero yo estoy lleno de la ira de Yavé y no la aguanto más!
'Derrámala entonces sobre los niños de la calle y sobre los grupos de muchachos. Les va a llegar a todos, al marido y a la mujer, al anciano y al hombre lleno de vida. La Biblia Textual 3a Edicion Por tanto, estoy lleno de la ira de YHVH, Cansado estoy de refrenarme. Derrámala sobre los niños en la calle, Y asimismo sobre la reunión° de los mancebos, Porque hasta el marido y la mujer serán aprisionados, El anciano y aquél que está lleno de días. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por eso estoy lleno de la ira de Yahveh, estoy cansado de reprimirla. Vuélcala sobre el niño en la calle, y sobre la tertulia de jóvenes también. Pues presos serán el hombre y la mujer, el anciano y la colmada de días. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Por tanto, estoy lleno de la ira de Jehová, cansado estoy de contenerme; la derramaré sobre los niños en la calle, y sobre la reunión de los jóvenes juntamente; porque tanto el marido como la esposa serán apresados, el viejo con el lleno de días. |
Podrán los jóvenes cansarse y fatigarse, podrán tambalearse los muchachos;
Jamás he ido a divertirme a una reunión de burlones; bajo el peso de tu mano he estado solitario, pues tú me habías llenado de tu ira.
Tú me has abandonado -dice el Señor-, me has vuelto la espalda, y yo he extendido mi mano contra ti para aniquilarte: ¡Ya estoy cansado de compadecerme!
¡Entrega, pues, a sus hijos al hambre, abandónalos a merced de la espada! ¡Quédense sus mujeres sin hijos y sin marido! ¡Mueran de peste sus hombres, y sus jóvenes atravesados por la espada en la guerra!
Yo me decía: No pensaré más en él, no hablaré más en su nombre. Pero había en mi corazón como un fuego abrasador encerrado en mis huesos; me he agotado en contenerlo y no lo he podido soportar.
¿Y no he de castigar tales acciones? -dice el Señor-. ¿De una nación como ésta no he de vengarme?
Por eso, esto dice el Señor: He aquí que mi cólera, mi furor, se va a desencadenar sobre este lugar, sobre los hombres y los animales, sobre los árboles del campo y sobre los frutos de la tierra. Y quemará sin apagarse.
Ha escalado la muerte por nuestras ventanas, ha penetrado en nuestros palacios, segando a los niños por las calles, a los jóvenes por las plazas.
Los cadáveres de los hombres yacen como estiércol en los campos, como gavillas tras el segador, sin haber quién las recoja'.
El Señor despreció a todos mis valientes de en medio de mi seno; convocó contra mí una asamblea, para extirpar a mis mejores; ha estrujado el Señor en lagar a la virgen hija de Judá.
Por tierra yacían en las calles niños y ancianos; mis doncellas y mis jóvenes cayeron a cuchillo; ¡has sembrado muerte en el día de tu ira, has degollado sin compasión!
Di a la casa de Israel: Esto dice el Señor Dios: Mirad, voy a profanar mi santuario, orgullo de vuestra fuerza, delicia de vuestros ojos, amor de vuestras almas. Vuestros hijos y vuestras hijas, que habéis dejado, caerán a espada.
El espíritu me levantó y me arrebató; iba yo amargado, con el ánimo lleno de excitación, mientras la mano del Señor pesaba fuertemente sobre mí.
Entonces me dijo: 'Hijo de hombre, aliméntate y sáciate de este libro que yo te doy'. Yo lo comí, y fue en mi boca dulce como la miel.
Matad a ancianos, jóvenes, doncellas, niños y mujeres, hasta el exterminio. Pero no toquéis a los que tengan la cruz en la frente. Empezad por mi santuario'. Empezaron, pues, por los ancianos que estaban delante del templo.
Yo, en cambio, estoy lleno de fuerza, gracias al espíritu del Señor, de justicia y de fortaleza, para anunciar a Jacob su delito y a Israel su pecado.
Os digo que en aquella noche dos estarán juntos en una mesa; a uno se lo llevarán, y a otro lo dejarán.
Mientras Pablo los esperaba en Atenas, se llenaba de indignación al contemplar la ciudad llena de ídolos.
Cuando Silas y Timoteo llegaron de Macedonia, Pablo se entregó por completo a la predicación de la palabra, proclamando ante los judíos que Jesús era el mesías.
Oí una voz que salía del templo y decía a los siete ángeles: 'Id y verted sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios'.