Las piedras pulidas del torrente son tu heredad, ellas, ellas tu suerte. A ellas haces tus ofrendas de vino y presentas tus ofrendas; ¿voy a calmarme yo con eso?
Jeremías 5:29 - Biblia Martin Nieto ¿Y no he de castigar todo esto? -dice el Señor-. ¿No me vengaré de una nación como ésta? Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 ¿No castigaré esto? dice Jehová; ¿y de tal gente no se vengará mi alma? Biblia Nueva Traducción Viviente ¿No habría de castigarlos por esto? —dice el Señor—. ¿No habría de vengarme de semejante nación? Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Y yo no pediría cuentas?, dice Yavé,
¿No me vengaría de una nación como ésta? La Biblia Textual 3a Edicion ¿Y no he de visitar Yo por estas cosas?, dice YHVH, ¿De una nación semejante no ha de vengarse mi alma? Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿No voy a castigar estas cosas? -oráculo de Yahveh-. Y de una nación como ésta, ¿no he de vengarme? Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿No he de castigar por esto? dice Jehová; ¿y de tal nación no se vengará mi alma? |
Las piedras pulidas del torrente son tu heredad, ellas, ellas tu suerte. A ellas haces tus ofrendas de vino y presentas tus ofrendas; ¿voy a calmarme yo con eso?
de sus crímenes y los de sus padres juntamente -dice el Señor-, los que quemaron incienso en los montes y en las colinas me ultrajaron. Mediré bien su merecido y se lo echaré en su corazón.
¿Y no he de castigar tales acciones? -dice el Señor-. ¿De una nación como ésta no he de vengarme?
Pues así habla el Señor todopoderoso: Derribad sus árboles, alzad un terraplén en torno a Jerusalén; ésta es la ciudad de la mentira, en ella sólo hay opresión.
Alzad sobre los montes llantos y lamentos, una elegía por los pastizales de la estepa, pues han sido abrasados y nadie pasa ya por ellos ni se siente el mugir de los ganados. Aves del cielo y animales han huido, se han ido.
Yo vendré a juzgaros; seré testigo acusador contra los hechiceros, contra los adúlteros y los perjuros, contra los que explotan al jornalero, a la viuda y al huérfano y violan el derecho del extranjero sin ningún temor de mí -dice el Señor todopoderoso-.
El jornal de los obreros que segaron vuestros campos, defraudado por vosotros, clama, y los lamentos de los segadores han llegado a los oídos del Señor todopoderoso.