Jeremías 47:2 - Biblia Martin Nieto Esto dice el Señor: 'Suben aguas del norte; es un río desbordante que inunda el país y cuanto encierra, las ciudades y sus habitantes. Gritan los hombres, lanzan gemidos todos los habitantes del país, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Así ha dicho Jehová: He aquí que suben aguas del norte, y se harán torrente; inundarán la tierra y su plenitud, la ciudad y los moradores de ella; y los hombres clamarán, y lamentará todo morador de la tierra. Biblia Nueva Traducción Viviente Esto dice el Señor: «Del norte viene un diluvio que inundará la tierra. Destruirá la tierra y todo lo que hay en ella, tanto las ciudades como sus habitantes. La gente gritará de terror, y todos en la tierra gemirán. Biblia Católica (Latinoamericana) Así dijo Yavé:
Desde el norte llegan aguas desbordadas:
es un río caudaloso,
que inunda el país y cuanto él contiene,
las ciudades y sus habitantes.
Por todas partes se escuchan gritos,
y los habitantes del país se lamentan. La Biblia Textual 3a Edicion Así dice YHVH: He aquí, aguas que se alzan del norte, Ya son un torrente inundador, Que inunda la tierra y su plenitud, Las ciudades y los que en ellas habitan: Claman los hombres, Se lamenta todo morador de la tierra. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Así dice Yahveh: 'Mirad: crecen aguas del norte y se convierten en torrente desbordante. Inundan el país y lo que contiene, las ciudades y sus habitantes. Gritan los hombres, y ululan todos los habitantes del país Biblia Reina Valera Gómez (2023) Así dice Jehová: He aquí que suben aguas del norte, y serán un torrente desbordante, e inundarán la tierra y todo lo que en ella hay, la ciudad y sus moradores; y los hombres clamarán, y aullarán todos los moradores de la tierra. |
Si tuviera hambre, no te lo diría, porque mío es el mundo y cuanto encierra.
Que se alegre el cielo y goce la tierra, que retumbe el mar y todo lo que encierra,
Retumbe el mar y todo lo que encierra, el mundo y todos sus habitantes;
Aúlla, puerta; ciudad, grita; tiembla, Filistea entera; porque del norte llega una humareda, y nadie de sus huestes se rezaga.
Los lamentos recorren el territorio de Moab: hasta Egláyim llega su grito; su aullido, hasta Beer- Elín.
Oráculo sobre el valle de la Visión. ¿Qué es lo que tienes para que hayas subido toda entera a los tejados,
Pondré el derecho por regla y la justicia por nivel. El granizo arrasará el refugio de la mentira, y las aguas arrollarán vuestro cobijo.
En occidente se temerá el nombre del Señor, y en oriente su gloria; porque vendrá como un torrente impetuoso, empujado por el soplo del Señor.
El Señor me dijo: 'Desde el norte se derramará la desgracia sobre todos los habitantes de la tierra.
Conocen las naciones tu derrota, la tierra está llena de tus gritos. El guerrero tropieza con el guerrero, caen los dos a la vez.
Palabra que el Señor dirigió al profeta Jeremías cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, vino con ánimo de atacar a Egipto.
Una novilla magnífica es Egipto, mas un tábano del norte cae sobre ella.
La población de Egipto está cubierta de vergüenza, ha caído en manos de un pueblo del norte.
¡Ay cómo ha quedado roto! ¡Gemid! ¡Cómo ha vuelto Moab la espalda vergonzosamente! Moab se ha convertido en la irrisión, el horror de todos sus vecinos.
Esto dice el Señor: Mirad, un pueblo llega del país del norte, una gran nación se levanta de los confines de la tierra.
Desde Dan se siente el relinchar de sus caballos; al grito estrepitoso de sus corceles, toda la tierra tiembla. Vienen a devorar el país y sus bienes, la ciudad y sus habitantes.
Las fuerzas enemigas serán completamente derrotadas por él y aniquiladas, así como un jefe del pacto.
cuando pasa la inundación; pero extermina a quien se alza contra él, hasta en las tinieblas perseguirá a sus enemigos.
Pero si alguno os dice: 'Esto ha sido ofrecido a los ídolos', no comáis en atención al que lo dijo y por motivos de conciencia.
Y vosotros, los ricos, llorad con fuertes gemidos por las desventuras que van a sobreveniros.
Uno de los siete ángeles que tenían las siete copas vino a decirme: 'Ven, que te voy a enseñar la sentencia de la gran prostituta que está sentada sobre las vastas aguas,
El ángel me dijo: 'Las aguas que has visto, sobre las que se sienta la prostituta, son los pueblos, las muchedumbres, las naciones y las lenguas.