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Jeremías 46:12 - Biblia Martin Nieto

Conocen las naciones tu derrota, la tierra está llena de tus gritos. El guerrero tropieza con el guerrero, caen los dos a la vez.

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Biblia Reina Valera 1960

Las naciones oyeron tu afrenta, y tu clamor llenó la tierra; porque valiente tropezó contra valiente, y cayeron ambos juntos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Las naciones han oído de tu vergüenza. La tierra está llena de tus gritos de desesperación. Tus guerreros más poderosos chocarán unos contra otros y caerán juntos».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Las naciones se han enterado de tu derrota, la tierra está llena con tus gritos; pues un soldado ha tropezado con otro y ambos han caído al mismo tiempo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Las naciones ya tienen noticia de tu oprobio, Tus alaridos llenan la tierra; El valiente tropezó con el valiente, Y juntos cayeron los dos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Oyeron las naciones tu ignominia, tu clamor ha llenado la tierra; porque guerrero con guerrero tropezó, ambos a la vez cayeron.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Las naciones oyeron de tu afrenta, y tu clamor llenó la tierra; porque el valiente se encontró con el valiente, y cayeron ambos juntos.

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Jeremías 46:12
17 Tagairtí Cros  

No queda más que doblegarse entre los prisioneros o sucumbir con los muertos. Y con todo no ha amainado su cólera, su brazo aún está extendido.


Yo azuzaré a egipcios contra egipcios; y marcharán hermano contra hermano, amigo contra amigo, ciudad contra ciudad, reino contra reino.


Gritos hay por las calles por la falta de vino, ha desaparecido toda alegría, ha huido del país el júbilo.


Judá está de luto, sus ciudades languidecen, yacen postradas en tierra y un grito de angustia sale de Jerusalén.


¡Qué inconstante eres cambiando de caminos! ¡También con Egipto quedarás corrida como lo fuiste con Asiria!


Ni el más veloz podrá escapar, ni el más valiente se salvará. Al norte, a orillas del Éufrates, se precipitan y caen.


Esto dice el Señor: 'Suben aguas del norte; es un río desbordante que inunda el país y cuanto encierra, las ciudades y sus habitantes. Gritan los hombres, lanzan gemidos todos los habitantes del país,


Los gritos de Jesbón y de Elealé llegan hasta Yahas; se grita desde Soar hasta Joronáyim y Eglat Selisiya, pues también las aguas de Nimrín se convierten en un desierto.


Al estruendo de su caída se estremece la tierra y el eco resuena hasta en el mar Rojo.


Al estruendo de la caída de Babilonia se estremece la tierra y el eco resuena entre las naciones.


¡Escuchad! Agudos gritos salen de Babilonia, un gran estrago del país de los caldeos.


Los carros desenfrenados corren por las calles, se precipitan por las plazas; semejantes a antorchas encendidas, se lanzan como relámpagos.


Aquel día -dice el Señor- se darán gritos en la puerta del Pescado, lamentos desde la ciudad nueva y una gran sacudida desde las colinas.


La gente que no había muerto estaba afligida con tumores. El clamor de la ciudad llegaba hasta el cielo.