Vio que el reposo era bueno y la tierra agradable; inclinará su hombro a la carga y será sujeto a tributo.
Jeremías 40:9 - Biblia Martin Nieto Godolías, hijo de Ajicán, hijo de Safán, les juró a ellos y a su gente: 'No temáis estar sometidos a los caldeos. Quedaos en el país, sujetos al rey de Babilonia, y os irá bien. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y les juró Gedalías hijo de Ahicam, hijo de Safán, a ellos y a sus hombres, diciendo: No tengáis temor de servir a los caldeos; habitad en la tierra, y servid al rey de Babilonia, y os irá bien. Biblia Nueva Traducción Viviente Gedalías les juró que los babilonios no querían hacerles ningún daño. «No tengan miedo de servirles. Vivan en la tierra y sirvan al rey de Babilonia, y todo les irá bien —les prometió—. Biblia Católica (Latinoamericana) Godolías, hijo de Ajigam, nieto de Safán, les hizo este juramento a ellos y a su gente: 'No teman a los jefes de los caldeos, quédense en el país, obedezcan al rey de Babilonia y en todo les irá bien. La Biblia Textual 3a Edicion Y Gedalías ben Ahicam, hijo de Safán, les juró a ellos y a sus hombres, diciendo: No tengáis temor de servir a los caldeos. Habitad en la tierra, obedeced al rey de Babilonia, y os irá bien. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Godolías, hijo de Ajicán, hijo de Safán, les hizo, a ellos y a sus hombres, el siguiente juramento: 'No temáis servir a los caldeos, estableceos en el país, servid al rey de Babilonia, y os irá bien. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Gedalías, hijo de Ahicam, hijo de Safán, les juró a ellos y a sus hombres, diciendo: No tengáis temor de servir a los caldeos; habitad en la tierra, y servid al rey de Babilonia, y tendréis bien. |
Vio que el reposo era bueno y la tierra agradable; inclinará su hombro a la carga y será sujeto a tributo.
Godolías les prestó juramento a ellos y a sus hombres, y les dijo: 'No tengáis miedo en servir a los caldeos; volved a vuestro país, servid al rey de Babilonia y gozaréis de bienestar'.
Confía en el Señor y haz el bien, para habitar en tu tierra y vivir tranquilo;
Pero a la nación que doble el cuello bajo el yugo del rey de Babilonia y se someta a él, yo la dejaré en paz en su tierra -dice el Señor-, la cultivará y vivirá en ella'.
¡Ay, cómo está postrada en soledad la ciudad tan populosa! Como una viuda se ha quedado la grande entre las naciones. La señora entre las provincias ha sido esclavizada.
Arriesgando la vida nos buscamos el pan, ante la espada del desierto.