Jeremías 40:10 - Biblia Martin Nieto

¹⁰ Mirad, yo por mí me quedo en Mispá como representante del país ante los caldeos que vengan a nosotros. Vosotros recoged la uva, los frutos y el aceite, llenad vuestras tinajas y habitad en las ciudades que vais a ocupar'.

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Biblia Reina Valera 1960

¹⁰ Y he aquí que yo habito en Mizpa, para estar delante de los caldeos que vendrán a nosotros; mas vosotros tomad el vino, los frutos del verano y el aceite, y ponedlos en vuestros almacenes, y quedaos en vuestras ciudades que habéis tomado.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁰ En cuanto a mí, permaneceré en Mizpa para representarlos a ustedes ante los babilonios cuando vengan a reunirse con nosotros. Establézcanse en las ciudades que han tomado y vivan de la tierra. Cosechen las uvas, los frutos de verano y los olivos, y almacénenlos».

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁰ Por mi parte, aquí me tienen establecido en Mispá, como representante del país ante los caldeos que se van a establecer en este lugar. Ustedes, pues, hagan la vendimia, recojan la fruta, cosechen el aceite y guárdenlo en sus tinajas; y vivan en los pueblos que ustedes van a ocupar.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁰ He aquí yo tengo que habitar en Mizpa, a disposición de los caldeos que vendrán a inspeccionarnos. Tomad el vino, los frutos de verano y el aceite, y ponedlos en vuestros almacenes, y quedaos en vuestras ciudades que os toque ocupar.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁰ Por mi parte, tengo que residir en Mispá, para responder ante los caldeos que vengan a nosotros. Vosotros recoged vino, fruta y aceite, ponedlos en vasijas y estableceos en las ciudades que ocupáis'.

Jeremías 40:10 Tagairtí Cros

2 Samuel 16:1

Apenas había David traspasado la cumbre, cuando Sibá, el servidor de Meribaal le salió al encuentro con dos asnos aparejados, que llevaban doscientos panes, cien racimos de uvas pasas, cien frutos del tiempo y un odre de vino.

1 Reyes 10:8

¡Dichosas tus gentes! ¡Dichosos tus servidores, que están siempre junto a ti y escuchan tu sabiduría!

Proverbios 22:29

¿Ves a un hombre hábil en su profesión? Al servicio de reyes entrará. No quedará al servicio de la gente común.

Proverbios 27:25

Cuando se ha segado el heno, ha aparecido el rebrote y se han recogido las hierbas de los montes,

Isaías 16:9

Por eso lloro yo, como llora Yazer, por las viñas de Sibmá; te inundo con mis lágrimas, Jesbón, Elalé, porque sobre tu siega y tu vendimia cayó un grito de guerra.

Jeremías 35:19

esto dice el Señor todopoderoso, Dios de Israel: No faltará jamás a Jonadab, hijo de Recab, un descendiente que esté en mi presencia'.

Jeremías 39:10

En cambio, a la parte de la población que no poseía nada, Nebuzardán, jefe de la escolta, la dejó en la tierra de Judá, dándoles al mismo tiempo viñas y campos.

Jeremías 40:12

regresaron todos ellos de los diversos lugares donde estaban dispersos, y vinieron a la tierra de Judá, donde Godolías, en Mispá, e hicieron una abundante recolección de vino y frutos.

Jeremías 40:6

Y Jeremías se fue a Mispá, donde Godolías, hijo de Ajicán, y vivió con él entre el pueblo que había quedado en el país.

Jeremías 43:5

Así pues, Juan, hijo de Carej, y todos los oficiales tomaron consigo a todos los supervivientes de Judá que habían vuelto de todas las naciones donde estaban dispersos a habitar en la tierra de Judá:

Jeremías 48:32

Más que por Yazer lloro por ti, oh viña de Sibmá; tus sarmientos se alargaban más allá del mar; hasta Yazer llegaban. Sobre tu cosecha y tu vendimia ha caído el devastador.

Miqueas 7:1

¡Ay de mí, que soy como un espigador en verano, como un rebuscador tras la vendimia! No hay un racimo que comer, ni un higo temprano que apetezco tanto.

Lucas 21:36

Estad alerta y orad en todo momento para que podáis libraros de todo lo que ha de venir y presentaros ante el hijo del hombre'.

Deuteronomio 1:38

Será tu lugarteniente Josué, hijo de Nun, quien entrará. Infúndele fuerzas, pues será él quien habrá de poner a Israel en posesión de la tierra.

Deuteronomio 16:13

Celebrarás la fiesta de los tabernáculos durante siete días, una vez recogidos los frutos de tu era y de tu lagar.