Entonces el rey dio a Ebedmélec, el etíope, esta orden: 'Toma de aquí contigo tres hombres y saca a Jeremías de la cisterna antes de que muera'.
Jeremías 38:11 - Biblia Martin Nieto Ebedmélec tomó consigo a los hombres, entró en el palacio real, en el vestuario del tesoro, tomó unos cuantos trozos de ropas usadas y rotas y se las echó a Jeremías en la cisterna con unas cuerdas. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y tomó Ebed-melec en su poder a los hombres, y entró a la casa del rey debajo de la tesorería, y tomó de allí trapos viejos y ropas raídas y andrajosas, y los echó a Jeremías con sogas en la cisterna. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que Ebed-melec se llevó a los hombres y fue a la habitación del palacio que estaba debajo de la tesorería. Allí encontró trapos viejos y ropa desechada que llevó a la cisterna y se los bajó con sogas a Jeremías. Biblia Católica (Latinoamericana) Abdemalec consiguió los hombres, volviendo con ellos al palacio del rey. Ahí, del ropero de la sala del tesoro, tomó trapos y ropas gastadas, y por medio de sogas los pasó a Jeremías, diciéndole: La Biblia Textual 3a Edicion Y tomando Ebed-melec consigo a los hombres, entró a la casa del rey debajo de la tesorería, y de allí tomó trapos viejos y ropas raídas y andrajosas, y junto con unas sogas, los echó a Jeremías en la cisterna. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ebedmélec tomó consigo los hombres y entró en el palacio real, al vestuario del tesoro, tomó de allí trozos de ropas usadas y rotas, y se los tiró a Jeremías a la cisterna junto con unas cuerdas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y tomó Ebedmelec en su poder hombres, y entró a la casa del rey al lugar debajo de la tesorería, y tomó de allí trapos viejos y raídos, ropas viejas y andrajosas, y los echó a Jeremías con sogas en la mazmorra. |
Entonces el rey dio a Ebedmélec, el etíope, esta orden: 'Toma de aquí contigo tres hombres y saca a Jeremías de la cisterna antes de que muera'.
Y dijo a Jeremías: 'Ponte estos paños usados y rotos bajo los sobacos, por debajo de las cuerdas'.
Entonces ellos agarraron a Jeremías y lo arrojaron en la cisterna del príncipe Malquías, situada en el patio de la guardia, bajándolo con cuerdas. En la cisterna no había agua, sino fango, y Jeremías se hundió en él.
Ebedmélec, eunuco etíope del palacio real, oyó decir que habían echado a Jeremías en la cisterna. Y en una ocasión en que el rey se encontraba en la puerta de Benjamín,
Toda la plata y el oro, todos los objetos de bronce y de hierro serán consagrados al Señor y entrarán en su tesoro'.