incendió el templo del Señor y el palacio real y prendió fuego a todas las casas y palacios de Jerusalén.
Jeremías 32:29 - Biblia Martin Nieto Los caldeos que están atacando esta ciudad vendrán y la prenderán fuego, incendiarán sus casas, sobre cuyas terrazas se han ofrecido sacrificios a Baal y se han hecho ofrendas a dioses extraños para irritarme. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y vendrán los caldeos que atacan esta ciudad, y la pondrán a fuego y la quemarán, asimismo las casas sobre cuyas azoteas ofrecieron incienso a Baal y derramaron libaciones a dioses ajenos, para provocarme a ira. Biblia Nueva Traducción Viviente Los babilonios que están fuera de las murallas entrarán y prenderán fuego a la ciudad. Quemarán por completo todas estas casas, donde el pueblo provocó mi enojo al quemar incienso a Baal en las azoteas y al derramar ofrendas líquidas a otros dioses. Biblia Católica (Latinoamericana) los caldeos, que están atacando a esta ciudad, entrarán y le prenderán fuego; arderán todas las casas en cuyas terrazas se quemó incienso a Baal y se derramó vino en honor de otros dioses, para provocarme. La Biblia Textual 3a Edicion Y los caldeos que atacan esta ciudad, vendrán y le prenderán fuego y la quemarán, así como las casas en cuyas azoteas ofrecían incienso a Baal y derramaban libaciones a dioses ajenos, para provocarme a ira. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los caldeos que combaten contra esta ciudad entrarán, la pasarán a fuego y la quemarán, junto con las casas en cuyas terrazas incensaron a Baal y libaron libaciones a otros dioses para ofenderme. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y vendrán los caldeos que combaten contra esta ciudad, y le prenderán fuego, y la quemarán, asimismo las casas sobre cuyas azoteas ofrecieron incienso a Baal y derramaron libaciones a dioses ajenos, para provocarme a ira. |
incendió el templo del Señor y el palacio real y prendió fuego a todas las casas y palacios de Jerusalén.
El templo del Señor fue pasto de las llamas, las murallas de Jerusalén derribadas, los palacios incendiados y los objetos preciesos destruidos.
El pueblo salió. Trajeron ramos y se hicieron cabañas cada uno en su propio terrado, en sus patios, en los atrios del templo de Dios, en la plaza de la puerta del Agua y en la plaza de la puerta de Efraín.
Oráculo sobre el valle de la Visión. ¿Qué es lo que tienes para que hayas subido toda entera a los tejados,
Pues el Señor todopoderoso, que te había plantado, ha decretado contra ti la desgracia a causa de las iniquidades cometidas por la casa de Israel y la casa de Judá, que me han irritado quemando incienso a Baal'.
Pero si no escucháis mi mandamiento de santificar el sábado y de no transportar carga ni acarrearla por las puertas de Jerusalén en día de sábado, prenderé fuego a sus puertas y devorará, inextinguible, los palacios de Jerusalén'.
De suerte que las casas de Jerusalén y las de los reyes de Judá serán inmundas como el lugar de Tofet: todas estas casas sobre cuyas terrazas han ofrecido incienso a toda la milicia del cielo y han derramado ofrendas de vino en honor de dioses extranjeros'.
Porque yo he vuelto mi rostro a esta ciudad, pero para mal, no para su bien -dice el Señor-. Será entregada al rey de Babilonia, que la prenderá fuego.
Todos tus amantes te han olvidado, ya no se interesan por ti. Sí, yo te he herido como hiere un enemigo, con castigo cruel, por tus innumerables crímenes, por tus pecados incontables.
donde le había mandado encerrar el rey Sedecías con esta acusación: '¿Por qué andas profetizando y proclamando: Esto dice el Señor: Yo entregaré esta ciudad en manos del rey de Babilonia, quien la tomará;
Esto dice el Señor, Dios de Israel: Vete a hablar a Sedecías, rey de Judá, y dile: Esto dice el Señor: Voy a entregar esta ciudad en manos del rey de Babilonia, que la prenderá fuego.
Los caldeos prendieron fuego al palacio real y a las casas del pueblo, y derruyeron los muros de Jerusalén.
Esto dice el Señor todopoderoso, Dios de Israel: Vosotros y vuestras mujeres habéis llevado a cabo con vuestras manos lo que habíais prometido con vuestra boca: Cumpliremos puntualmente los votos que hemos hecho de quemar incienso y presentar ofrendas de vino a la reina del cielo. Pues bien, cumplid vuestros votos, llevadlos a la práctica.
El día diez del quinto mes -era el año diecinueve de Nabucodonosor, rey de Babilonia-, llegó a Jerusalén Nebuzardán, jefe de la escolta y del servicio personal del rey de Babilonia,
y prendió fuego al templo del Señor, al palacio real y a todas las casas de Jerusalén.
¿Es que no ves lo que ellos hacen en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén?
Los niños amontonan leña y los padres encienden el fuego; las mujeres amasan harina para hacer tortas a la reina del cielo y presentan ofrendas en honor de dioses extranjeros para herirme a mí.
El Señor ha desahogado su furor, el ardor de su ira ha descargado; un fuego ha encendido en Sión, que la ha devorado hasta sus cimientos.
La turba las apedreará y con sus espadas las cortarán en pedazos. Matarán a sus hijos y a sus hijas y prenderán fuego a sus casas.
El rey, entonces, se irritó, mandó sus tropas a exterminar a aquellos asesinos e incendió su ciudad.
Al día siguiente, mientras ellos caminaban y se acercaban a la ciudad, Pedro subió a la azotea a orar hacia el mediodía.
¿quiénes fueron los que, después de haber oído, se rebelaron? ¿No fueron todos aquellos que salieron de Egipto gracias a Moisés?