Jeremías 32:30 - Biblia Martin Nieto

³⁰ Porque el pueblo de Israel y el pueblo de Judá tan sólo han hecho desde su juventud lo que me desagrada; sí, los israelitas no han hecho más que irritarme con las obras de sus manos -dice el Señor-.

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Biblia Reina Valera 1960

³⁰ Porque los hijos de Israel y los hijos de Judá no han hecho sino lo malo delante de mis ojos desde su juventud; porque los hijos de Israel no han hecho más que provocarme a ira con la obra de sus manos, dice Jehová.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³⁰ Desde su comienzo Israel y Judá solo han hecho lo malo. Me han enfurecido con todas sus malas acciones —dice el Señor—.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³⁰ Pues los hijos de Israel y los de Judá no han hecho otra cosa, desde su juventud, más que disgustarme; sí, los hijos de Israel no han hecho más que molestarme con las obras de sus manos, dice Yavé.

La Biblia Textual 3a Edicion

³⁰ Porque los hijos de Israel y los hijos de Judá no han hecho sino lo malo ante mis ojos desde su juventud. Ciertamente los hijos de Israel no han hecho más que provocarme a ira con la obra de sus manos, dice YHVH.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³⁰ Porque los hijos de Israel y los hijos de Judá, desde su juventud, no han hecho sino lo que es malo a mis ojos, ya que los hijos de Israel no han hecho más que ofenderme con las obras de sus manos -oráculo de Yahveh-.

Jeremías 32:30 Tagairtí Cros

Génesis 8:21

El Señor aspiró el perfume agradable, y se dijo: 'No maldeciré más la tierra por causa del hombre, porque los impulsos del corazón del hombre tienden al mal desde su adolescencia; jamás volveré a castigar a los seres vivientes como acabo de hacerlo.

Isaías 63:10

Pero ellos se rebelaron contra él y afligieron su santo espíritu. Entonces él se hizo su enemigo, y peleó contra ellos.

Jeremías 11:17

Pues el Señor todopoderoso, que te había plantado, ha decretado contra ti la desgracia a causa de las iniquidades cometidas por la casa de Israel y la casa de Judá, que me han irritado quemando incienso a Baal'.

Jeremías 2:7

Yo os conduje a un país feraz para que gozarais de sus frutos y sus bienes. Pero vosotros, nada más entrar, profanasteis mi tierra, convertisteis mi heredad en lugar aborrecible.

Jeremías 22:21

Te hablé en la hora de tu prosperidad. Tú dijiste: '¡No quiero escuchar!'. Ése ha sido tu camino desde tu juventud: no escuchar mi voz.

Jeremías 25:6

No corráis en pos de dioses extraños para servirlos y adorarlos; no provoquéis mi cólera con las obras de vuestras manos, y yo no os haré ningún mal.

Jeremías 25:7

Pero no me habéis escuchado -dice el Señor-, sino que me habéis irritado con las obras de vuestras manos para desgracia vuestra.

Jeremías 3:25

¡Acostémonos en nuestra ignominia y nos cubra nuestro oprobio, porque contra el Señor, nuestro Dios, hemos pecado nosotros y nuestros padres desde nuestra juventud hasta el presente y no hemos escuchado la voz del Señor, nuestro Dios!'.

Jeremías 30:14

Todos tus amantes te han olvidado, ya no se interesan por ti. Sí, yo te he herido como hiere un enemigo, con castigo cruel, por tus innumerables crímenes, por tus pecados incontables.

Jeremías 36:2

'Toma un libro y escribe en él todas las palabras que te he comunicado acerca de Jerusalén, Judá y todas las naciones, desde el día en que comencé a hablarte, en tiempo de Josías, hasta el presente.

Jeremías 44:3

a causa del mal que cometieron para irritarme, quemando incienso y sirviendo a dioses extraños, desconocidos de ellos, de vosotros y de vuestros padres.

Jeremías 44:8

porque me irritáis con las obras de vuestras manos, quemando incienso a dioses extraños en Egipto, adonde habéis venido a vivir, fraguando así vuestro exterminio y convirtiéndoos en maldición y oprobio ante todas las naciones de la tierra.

Jeremías 8:19

El grito de angustia de la hija de mi pueblo se escucha a todo lo largo del país. '¿Ya no está el Señor en Sión? ¿Su rey ya no está allí?'. ¿Por qué me han irritado con sus ídolos, con sus divinidades extranjeras?

Ezequiel 20:28

Yo los llevé hasta la tierra que había jurado, mano en alto, darles. Pero al ver cualquier colina elevada o cualquier árbol frondoso, ofrecieron allí sus sacrificios, presentaron sus ofrendas irritantes, quemaron sus perfumes y derramaron sus ofrendas de vino.

Ezequiel 20:8

Mas ellos se rebelaron contra mí y no quisieron escucharme. No tiraron los ídolos que seducían sus ojos ni abandonaron los ídolos de Egipto.

Ezequiel 23:3

Se prostituyeron en Egipto desde su juventud. Allí palparon su pecho y acariciaron su seno virginal.