Porque tus dioses, oh Judá, son tan numerosos como tus ciudades; y tantos como las calles que hay en Jerusalén son los altares de infamia que vosotros habéis levantado para ofrecer incienso a Baal.
Jeremías 3:24 - Biblia Martin Nieto La ignominia ha devorado el fruto del trabajo de nuestros padres, desde nuestra juventud. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Confusión consumió el trabajo de nuestros padres desde nuestra juventud; sus ovejas, sus vacas, sus hijos y sus hijas. Biblia Nueva Traducción Viviente Desde la niñez hemos visto cómo todo aquello por lo que trabajaron nuestros antepasados —sus ganados y rebaños, sus hijos e hijas— se despilfarraba en una falsa ilusión. Biblia Católica (Latinoamericana) El dios infame se comió el fruto del trabajo de nuestros padres desde nuestra juventud, sus ovejas y sus vacas, sus hijos e hijas. La Biblia Textual 3a Edicion Aquella cosa vergonzosa° devoró el fruto del esfuerzo° de nuestros padres desde nuestra juventud: Sus ovejas y sus vacas, sus hijos y sus hijas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 La vergüenza devoró el fruto del trabajo de nuestros padres desde nuestra juventud, sus rebaños y sus vacadas, sus hijos y sus hijas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Vergüenza consumió el trabajo de nuestros padres desde nuestra juventud; sus ovejas, sus vacas, sus hijos y sus hijas. |
Porque tus dioses, oh Judá, son tan numerosos como tus ciudades; y tantos como las calles que hay en Jerusalén son los altares de infamia que vosotros habéis levantado para ofrecer incienso a Baal.
Te hablé en la hora de tu prosperidad. Tú dijiste: '¡No quiero escuchar!'. Ése ha sido tu camino desde tu juventud: no escuchar mi voz.
Ahora, pues, esto dice el Señor todopoderoso, Dios de Israel: ¿Por qué cometéis tanto mal contra vosotros mismos? Vais a terminar exterminando del seno de Judá a hombres, mujeres, niños y lactantes, hasta que no quede rastro de vosotros,
Desde Dan se siente el relinchar de sus caballos; al grito estrepitoso de sus corceles, toda la tierra tiembla. Vienen a devorar el país y sus bienes, la ciudad y sus habitantes.
Sí, un lamento llega de Sión: ¡Ah, en qué desastre estamos! ¡Qué vergüenza nos cubre! ¡Tener que abandonar la patria y dejar nuestra casa!
El pan que yo te había dado, la flor de harina, el óleo y la miel con que te alimentaba lo presentaste ante ellas, como ofrenda de perfume agradable, dice el Señor Dios.
Tomaste también a tus hijos y a tus hijas que me habías dado, y los ofreciste en sacrificio, como alimento, a aquellos ídolos. ¿Acaso no era suficiente tu prostitución,
Tú te acordarás de tu conducta y te avergonzarás de ella cuando recibas a tus hermanas mayores junto con las menores; yo te las daré como hijas, pero no en virtud de la alianza pactada contigo.
para que te acuerdes y te avergüences y no te atrevas a abrir más la boca de sonrojo, cuando yo te haya perdonado todo lo que has hecho', dice el Señor Dios.
Él también será llevado a Asiria como presente para el gran rey; Efraín recogerá vergüenza, e Israel se cubrirá de confusión por su ídolo.
Por eso voy a cerrar su camino con espinos, voy a cercarla con una valla para que no encuentre más sus senderos;
Como uva en el desierto encontré yo a Israel, como breva de higuera vi a vuestros padres. Pero al llegar a Baal Fegor se consagraron a la infamia, y se hicieron despreciables como el objeto de su amor.