y le dijo: 'Juro por mí mismo, palabra del Señor, que, por haber hecho esto y no haberme negado tu hijo único,
Jeremías 22:5 - Biblia Martin Nieto Pero si no escucháis estas palabras, por mí mismo juro -dice el Señor- que esta casa será reducida a un montón de escombros. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Mas si no oyereis estas palabras, por mí mismo he jurado, dice Jehová, que esta casa será desierta. Biblia Nueva Traducción Viviente Sin embargo, si rehúsan prestar atención a esta advertencia, les juro por mi propio nombre, dice el Señor, que este palacio se convertirá en un montón de escombros’”». Biblia Católica (Latinoamericana) Pero si no escuchan estas palabras, les juro por mí mismo, Yavé es quien habla, este palacio será destruido. La Biblia Textual 3a Edicion Pero si no escucháis estas palabras, por mí mismo he jurado, dice YHVH, que esta casa quedará desolada. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero si no escucháis estas palabras, juro por mí mismo -oráculo de Yahveh- que esta casa vendrá a ser una ruina. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero si no observáis estas palabras, por mí he jurado, dice Jehová, que esta casa será una desolación. |
y le dijo: 'Juro por mí mismo, palabra del Señor, que, por haber hecho esto y no haberme negado tu hijo único,
Pero si os apartáis de mí y no guardáis mis leyes y mandamientos que yo os he prescrito, si os vais a servir y dar culto a dioses ajenos,
Por sublime que haya sido, este templo será la irrisión. Todo el que pase delante de él se quedará asombrado. Preguntarán: ¿Por qué ha tratado así el Señor a esta tierra y este templo?
Y les responderán: Porque abandonaron al Señor, el Dios de sus padres, que los había sacado de Egipto, y se fueron a servir y dar culto a dioses ajenos; por eso ha traído sobre ellos tantos males'.
pero si resistís y os rebeláis, seréis devorados por la espada. Lo ha dicho el Señor.
He dejado mi casa, he abandonado mi heredad, he entregado lo que más quería en manos de sus enemigos.
Pero si no escucháis mi mandamiento de santificar el sábado y de no transportar carga ni acarrearla por las puertas de Jerusalén en día de sábado, prenderé fuego a sus puertas y devorará, inextinguible, los palacios de Jerusalén'.
Les dirás: Esto dice el Señor: Si no me hacéis caso, siguiendo la ley que yo os prescribo,
Los caldeos prendieron fuego al palacio real y a las casas del pueblo, y derruyeron los muros de Jerusalén.
Pero escuchad la palabra del Señor todos los judíos que vivís en Egipto: Yo también juro por mi gran nombre -dice el Señor- que no se pronunciará más mi nombre en Egipto por ningún judío que diga: ¡Vive el Señor Dios!
El Señor Dios ha jurado por sí mismo, palabra del Señor, Dios omnipotente: Yo detesto la soberbia de Jacob y odio sus palacios; entregaré la ciudad y cuanto hay en ella;
Por eso, por culpa vuestra, Sión será arada como un campo, Jerusalén se volverá un montón de ruinas, el monte del templo un cúmulo de maleza.
Y ¿a quién juró él que no entrarían en su descanso sino a aquellos que habían sido desobedientes?
Dios, al hacer la promesa a Abrahán, no teniendo otra persona mayor por quien jurar, juró por sí mismo,
Por eso Dios, queriendo dar a los herederos de la promesa una prueba nueva de que su decisión era irrevocable, se comprometió con juramento,