El año treinta y nueve de su reinado enfermó gravemente de los pies, y tampoco en su enfermedad confió en el Señor, sino en los médicos.
Jeremías 17:5 - Biblia Martin Nieto Esto dice el Señor: '¡Maldito el hombre que confía en el hombre, que en el mortal se apoya y su corazón se aparta del Señor! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente Esto dice el Señor: «Malditos son los que ponen su confianza en simples seres humanos, que se apoyan en la fuerza humana y apartan el corazón del Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) Así habla Yavé:
¡Maldito el hombre que confía en otro hombre,
que busca su apoyo en un mortal,
y que aparta su corazón de Yavé! La Biblia Textual 3a Edicion Así dice YHVH: ¡Maldito quien confía en el hombre y se apoya en un brazo de carne apartando su corazón de YHVH! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Así dice Yahveh: Maldito el hombre que confía en el hombre, que hace de la carne su apoyo y aparta de Yahveh su corazón. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Así dice Jehová: Maldito el hombre que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová. |
El año treinta y nueve de su reinado enfermó gravemente de los pies, y tampoco en su enfermedad confió en el Señor, sino en los médicos.
Con él no hay más que brazos de carne; con nosotros está el Señor, nuestro Dios, pronto a socorrernos y combatir nuestros combates'. El pueblo cobró ánimo con las palabras de Ezequías, rey de Judá.
El Señor me retribuye según mi justicia, me paga según la inocencia de mis manos;
Dejad de confiar en el hombre, pues sólo un soplo hay en su nariz. ¿Cuánta estima merece?
Bochorno y confusión habrá por Egipto, en quien se esperaba; y por Etiopía, en quien se confiaba.
¡Ah, sí, en Egipto confías, en esa caña rota que se clava y punza la mano de quien se apoya en ella! ¡Tal es el Faraón, rey de Egipto, para todos los que ponen en él su confianza!
Les dirás: Esto dice el Señor, Dios de Israel: Maldito el hombre que no observa las prescripciones de esta alianza
Entonces los supervivientes se acordarán de mí en medio de las naciones donde sean deportados. Yo quebrantaré su corazón adúltero, que se apartó de mí, y sus ojos prostituidos ante sus ídolos. Tendrán horror de sí mismos por las perversidades que cometieron a causa de todas sus horribles acciones.
Así comienzan las palabras que el Señor dijo a Oseas: 'Anda, toma por mujer una prostituta y engendra hijos de prostitución, porque el país no hace más que prostituirse, alejándose del Señor'.