Pero ellos hacían escarnio de los enviados de Dios, despreciaban sus palabras, se burlaban de sus profetas, hasta el punto que la ira del Señor contra su pueblo se hizo irremediable.
Jeremías 14:19 - Biblia Martin Nieto ¿Has desechado del todo a Judá, sientes náuseas de Sión? ¿Por qué nos has herido sin esperanza de remedio? ¡Esperábamos paz, y nada bueno llega; el tiempo de curación, y he aquí el espanto! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 ¿Has desechado enteramente a Judá? ¿Ha aborrecido tu alma a Sion? ¿Por qué nos hiciste herir sin que haya remedio? Esperamos paz, y no hubo bien; tiempo de curación, y he aquí turbación. Biblia Nueva Traducción Viviente Señor, ¿has rechazado por completo a Judá? ¿Verdaderamente odias a Jerusalén? ¿Por qué nos has herido sin la menor esperanza de recuperarnos? Esperábamos paz, pero la paz no llegó; esperábamos un tiempo de sanidad, pero solo encontramos terror. Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Has rechazado para siempre a Judá,
o tu alma está aburrida con Sión?
¿Por qué nos has herido sin esperanza de mejorar?
Esperábamos la paz, y ninguna cosa buena llegó,
la hora de nuestra mejoría, y se presentó el susto. La Biblia Textual 3a Edicion ¿Has desechado del todo a Judá? ¿Tiene tu alma aborrecida a Sión? ¿Por qué nos has herido sin remedio? Esperábamos paz, pero no hay bienestar; Tiempo de sanidad, y he aquí el terror. Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿Has rechazado del todo a Judá, o tu alma está cansada de Sión? ¿Por qué nos has herido sin que tengamos cura? Esperábamos la paz, pero no ha habido bien alguno; el tiempo de la sanación, y se presenta el terror. Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Has desechado enteramente a Judá? ¿Ha aborrecido tu alma a Sión? ¿Por qué nos has herido sin que haya curación para nosotros? Esperamos paz, y no hubo bien; tiempo de sanidad, y he aquí turbación. |
Pero ellos hacían escarnio de los enviados de Dios, despreciaban sus palabras, se burlaban de sus profetas, hasta el punto que la ira del Señor contra su pueblo se hizo irremediable.
Esperaba el bien y vino el mal, aguardaba la luz y he aquí la oscuridad.
El hombre que ante los reproches se hace más terco será quebrantado de repente y sin remedio.
He dejado mi casa, he abandonado mi heredad, he entregado lo que más quería en manos de sus enemigos.
Mi heredad ha sido para mí como un león en la selva; ha lanzado contra mí sus rugidos; por eso la detesto.
El Señor me dijo: 'Aunque se presentaran ante mí Moisés y Samuel, mi alma no se inclinaría hacia este pueblo. Échalos de mi presencia, que se vayan.
¿Por qué mi dolor no tiene fin? ¿Por qué mi herida es incurable, indócil al remedio? ¿Vas a ser para mí como un arroyo engañador, de aguas caprichosas?
Porque su tierra está llena de delitos contra el Santo de Israel. Pero Israel y Judá no están viudas de su Dios, el Señor omnipotente.
¡'Plata de desecho' se les llamará, porque el Señor los ha desechado!
Corta tu larga cabellera y tírala. Eleva una lamentación sobre los collados, porque el Señor ha desechado y rechazado a la generación objeto de su ira.
Esperábamos la paz, y no ha llegado bien alguno; el tiempo de la curación, y he aquí el terror.
¿No queda bálsamo en Galaad? ¿No hay allí ningún médico? ¿Por qué, pues, no ha adelantado la curación de la hija de mi pueblo?
¿A quién te compararé? ¿A quién te haré semejante, oh hija de Jerusalén? ¿Quién te podrá salvar y confortar, oh virgen, hija de Sión? Grande como el mar es tu ruina, ¿quién te podrá curar?
Has convocado como en un día de fiesta el terror por todas partes; no ha habido, en el día de tu ira, escapado ni superviviente. Los que yo había criado y educado, mi enemigo los exterminó.
Sin tregua se consumían nuestros ojos, esperando socorros en vano. Desde las atalayas oteábamos a un país que no nos podía salvar.
si no nos has rechazado del todo, si no estás irritado contra nosotros sin medida!
¿Cómo podrá esperar el bien la que habita en Marot? Porque ha llegado la desgracia de parte del Señor a las puertas de Jerusalén.
Andarán diciendo: 'Todo es paz y seguridad'; y entonces, de improviso, les sorprenderá la perdición, como los dolores del parto a la mujer encinta, y no podrán escapar.