Y el rey de Babilonia los mandó matar en Ribla, en la tierra de Jamat. Así Judá fue deportado lejos de su tierra.
Jeremías 13:19 - Biblia Martin Nieto Las ciudades del sur están cercadas, nadie puede entrar en ellas. Todo Judá es desterrado, desterrado todo él. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Las ciudades del Neguev fueron cerradas, y no hubo quien las abriese; toda Judá fue transportada, llevada en cautiverio fue toda ella. Biblia Nueva Traducción Viviente Las ciudades del Neguev cerrarán sus puertas y nadie será capaz de abrirlas. La gente de Judá será llevada cautiva; todos serán llevados al destierro. Biblia Católica (Latinoamericana) ¡Las ciudades del Negueb han sido cerradas y nadie viene a abrirlas! Todo Judá es deportado, deportado en masa. La Biblia Textual 3a Edicion Las ciudades del Mediodía han sido cerradas, y no hay quien las abra; Todo Judá marcha al destierro, Sin faltar uno son llevados en cautiverio. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Las ciudades del sur están cerradas, sin que nadie las abra. Judá todo entero está deportado, ha sido deportado en masa. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Las ciudades del Neguev serán cerradas, y no habrá quien las abra; toda Judá será llevada cautiva, será llevada cautiva en su totalidad. |
Y el rey de Babilonia los mandó matar en Ribla, en la tierra de Jamat. Así Judá fue deportado lejos de su tierra.
Todos los israelitas fueron agrupados por genealogías e inscritos en el libro de los reyes de Israel y de Judá cuando fueron deportados a Babilonia en castigo de sus prevaricaciones.
Si él destruye, nadie podrá reconstruir; si encierra a alguno, nadie le abrirá.
Y vendrán de las ciudades de Judá y de los alrededores de Jerusalén, de la tierra de Benjamín, de la llanura, de la montaña y del Negueb, trayendo holocaustos, sacrificios, ofrendas, incienso y sacrificios de acción de gracias al templo del Señor.
pues esto dice el Señor: Te voy a entregar al terror, a ti y a todos tus amigos: caerán bajo la espada de sus enemigos ante tus propios ojos. Y a todo Judá la entregaré en poder del rey de Babilonia, que los deportará a Babilonia y los matará a espada.
El Señor me mostró dos cestas de higos, que estaban delante del templo del Señor. Esto sucedió después que Nabucodonosor, rey de Babilonia, había llevado al destierro, de Jerusalén a Babilonia, a Jeconías, hijo de Joaquín, rey de Judá, con sus nobles, sus cerrajeros y sus herreros.
Haré también regresar a este lugar a Jeconías, hijo de Joaquín, rey de Judá, y a todos los cautivos de Judá que fueron a Babilonia -dice el Señor- . Sí, yo romperé el yugo del rey de Babilonia'.
Se comprarán campos por dinero, se redactarán contratos, se los sellará y se tomarán testigos en el territorio de Benjamín, en los alrededores de Jerusalén y en las ciudades de Judá, en las de la montaña, en las del llano y en las del Negueb; porque haré cambiar su suerte -dice el Señor-'.
En las ciudades de la montaña, en las de la llanura, en las de Negueb, en la tierra de Benjamín, en los alrededores de Jerusalén y en las ciudades de Judá, pasará de nuevo el ganado por las manos de quien lo recuenta -dice el Señor-.
Al resto de la población que había quedado en la ciudad, a los que se habían rendido a él y a la gente restante, Nebuzardán, jefe de la escolta real, los deportó a Babilonia.
Y el rey de Babilonia los mató en Ribla, en la región de Jamat. Así fue deportado Judá lejos de su tierra.
El número de los deportados por Nabucodonosor es el siguiente. En el año séptimo: Tres mil veintitrés judíos;
el año veintitrés de Nabucodonosor, Nebuzardán, jefe de la escolta, deportó setecientos cuarenta y cinco judíos. En total: cuatro mil seiscientas personas.
Judá está desterrada en la miseria y en dura esclavitud; habita en medio de las gentes y no encuentra descanso; la acosan todos sus perseguidores entre las angosturas.
¿No conocéis las palabras que anunció el Señor por medio de los profetas de entonces, cuando Jerusalén estaba habitada, con sus ciudades de alrededor, y el Negueb y la Llanura estaban poblados?'.
Pero si no obedeces al Señor, tu Dios, y no pones en práctica todos sus mandamientos y todas sus leyes que yo te prescribo hoy, vendrán sobre ti y te alcanzarán las maldiciones siguientes:
Este pueblo pondrá incluso asedio a todas tus ciudades en la tierra que el Señor, tu Dios, te da, hasta que se derrumben las más altas y fuertes murallas, en las que habías puesto tu confianza.
La dividirán en siete partes. 'Judá permanecerá en su territorio, al sur, y los de la casa de José quedarán en su territorio, al norte.