Miqueas replicó: 'Escucha la palabra del Señor: He visto al Señor sentado en su trono y a toda la corte del cielo alineada a su derecha y a su izquierda.
Jeremías 10:1 - Biblia Martin Nieto Escuchad la palabra que os dirige el Señor, oh casa de Israel. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Oíd la palabra que Jehová ha hablado sobre vosotros, oh casa de Israel. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Escucha la palabra que el Señor te dice, oh Israel! Biblia Católica (Latinoamericana) Escucha lo que dice Yavé, pueblo de Israel. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Oíd la palabra que os dice YHVH, oh casa de Israel! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Casa de Israel, escuchad la palabra que os dice Yahveh. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Oíd la palabra que Jehová os habla, oh casa de Israel. |
Miqueas replicó: 'Escucha la palabra del Señor: He visto al Señor sentado en su trono y a toda la corte del cielo alineada a su derecha y a su izquierda.
'Escucha, pueblo mío, voy a hablarte; Israel, voy a declarar en contra tuya, yo, Dios, tu Dios.
¡Escuchad la palabra del Señor, jefes de Sodoma; prestad oído a la ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra!
Escuchad, pues, la palabra del Señor, los que os mofáis, jefes de este pueblo, que está en Jerusalén.
¿Con quién se puede comparar a Dios, dónde encontraréis su semejante?
Esto dice el Señor, rey de Israel, su redentor, el Señor omnipotente. Yo soy el primero y el último, no hay otro dios fuera de mí.
Esto dice el Señor: 'No sigáis los caminos de los gentiles, no temáis las señales del cielo, como los gentiles las temen.
Escuchad la palabra del Señor, casa de Jacob y todas las familias de la casa de Israel.
Escucha la palabra del Señor, oh rey de Judá, que te sientas en el trono de David, tú, así como tus servidores y tu pueblo, los que entráis por estas puertas.
en tal caso, escucha, oh resto de Judá, la palabra del Señor. Esto dice el Señor todopoderoso, Dios de Israel: Si os obstináis en querer marchar a Egipto y vais para estableceros allí,
Israelitas, escuchad la palabra del Señor: El Señor ha entablado un pleito con los habitantes del país. No existe ya fidelidad ni amor del prójimo, ni conocimiento de Dios en el país,
Y ahora escucha la palabra del Señor. Tú dices: No profetices contra Israel, y no vaticines contra la casa de Isaac.
Por todo ello damos continuamente gracias a Dios: porque, al recibir la palabra de Dios que os predicamos, la abrazasteis no como palabra de hombre, sino como lo que es en verdad, la palabra de Dios, que permanece vitalmente activa en vosotros, los creyentes.