Y la gente respondía: 'Éste es Jesús, el profeta de Nazaret de Galilea'.
Hechos 2:7 - Biblia Martin Nieto Fuera de sí todos por aquella maravilla, decían: '¿No son galileos todos los que hablan? Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan? Biblia Nueva Traducción Viviente Estaban totalmente asombrados. «¿Cómo puede ser? —exclamaban—. Todas estas personas son de Galilea, Biblia Católica (Latinoamericana) y se decían, llenos de estupor y admiración: 'Pero éstos ¿no son todos galileos? ¡Y miren cómo hablan!' La Biblia Textual 3a Edicion Y atónitos y asombrados, decían: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan?° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Estaban como fuera de sí y, asombrados, decían: '¿Pero no son galileos todos estos que están hablando? Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y todos estaban atónitos y maravillados, diciéndose unos a otros: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan? |
Y la gente respondía: 'Éste es Jesús, el profeta de Nazaret de Galilea'.
Al poco tiempo se acercaron a Pedro los que estaban allí y le dijeron: 'Seguro que tú también eres de ellos, pues tu misma habla te descubre'.
Jesús, al oírlo, quedó admirado y dijo a los que lo seguían: 'Os aseguro que en Israel no he encontrado a nadie con una fe como ésta.
Todos quedaron estupefactos y se preguntaban unos a otros: '¿Qué es esto? ¡Una doctrina nueva con tanta autoridad! ¡Manda a los espíritus inmundos y le obedecen!'.
El paralítico se levantó, cargó inmediatamente con la camilla y salió a la vista de todos. Todos se quedaron sobrecogidos y glorificaron a Dios, diciendo: 'Jamás hemos visto cosa igual'.
Y le contestaron: '¿También tú eres de Galilea? Investiga y verás que de Galilea no puede salir ningún profeta'.
que les dijeron: 'Galileos, ¿qué hacéis ahí mirando al cielo? Este Jesús que acaba de subir al cielo volverá tal como lo habéis visto irse al cielo'.
Todos fuera de sí y desconcertados, se decían unos a otros: '¿Qué significa esto?'.
Y reconocían que era el que solía sentarse junto a la puerta Hermosa a pedir limosna; y se quedaron admirados y desconcertados por lo que le había sucedido.