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Hebreos 12:4 - Biblia Martin Nieto

Todavía no habéis resistido hasta el derramamiento de sangre en la lucha contra el pecado.

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Biblia Reina Valera 1960

Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Después de todo, ustedes aún no han dado su vida en la lucha contra el pecado.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Ustedes se enfrentan con el mal, pero todavía no han tenido que resistir hasta la sangre.

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La Biblia Textual 3a Edicion

pues todavía no habéis resistido° hasta derramar° sangre combatiendo contra el pecado;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

En vuestra lucha contra el pecado, todavía no habéis llegado hasta el derramamiento de vuestra sangre

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado.

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Hebreos 12:4
12 Tagairtí Cros  

Entonces os entregarán a la tortura y a la muerte. Por mi causa os odiarán todos los pueblos.


No os ha llegado ninguna prueba insuperable. Dios es fiel y no permitirá que seáis sometidos a pruebas superiores a vuestras fuerzas; ante la prueba os dará fuerza para superarla.


y, en su condición de hombre, se humilló a sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.


fijando nuestra mirada en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien, para obtener la gloria que se le proponía, soportó la cruz, aceptando valientemente la ignominia, y está sentado a la diestra del trono de Dios.


Salgamos, pues, a su encuentro, fuera del campamento, compartiendo sus ultrajes.


Ellos le han vencido por la sangre del cordero y por el testimonio que proclamaron, y han despreciado su vida hasta sufrir la muerte.


Y vi a la mujer emborracharse de la sangre de los santos y de los mártires de Jesús, y al verla me quedé estupefacto.


y en ella se ha encontrado la sangre de los profetas, de los santos y de todos los que han sido degollados en la tierra.


Sé dónde vives. Allí está el trono de Satanás; pero permaneces fiel a mi nombre y no has renegado de mi fe, ni siquiera en los días de Antipas, mi fiel testigo, al que mataron en vuestra ciudad, donde vive Satanás.