Los dos estaban desnudos, el hombre y su mujer, sin avergonzarse uno del otro.
Génesis 3:10 - Biblia Martin Nieto Y éste respondió: 'Oí tus pasos por el jardín, me entró miedo porque estaba desnudo, y me escondí'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. Biblia Nueva Traducción Viviente El hombre contestó: —Te oí caminando por el huerto, así que me escondí. Tuve miedo porque estaba desnudo. Biblia Católica (Latinoamericana) Este contestó: 'He oído tu voz en el jardín, y tuve miedo porque estoy desnudo; por eso me escondí.
Yavé Dios replicó:' La Biblia Textual 3a Edicion Y contestó:° He oído tu sonido en el huerto y he tenido miedo porque estoy desnudo; y me he escondido. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Él contestó: 'Oí el ruido de tus pasos por el jardín, y tuve miedo, porque estoy desnudo, y me escondí'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. |
Los dos estaban desnudos, el hombre y su mujer, sin avergonzarse uno del otro.
El Señor Dios prosiguió: '¿Quién te ha hecho saber que estabas desnudo? ¿No habrás comido del árbol del que te prohibí comer?'.
Entonces se abrieron sus ojos, y se dieron cuenta de que estaban desnudos; cosieron unas hojas de higuera y se hicieron unos taparrabos.
Por eso estoy ante su faz horrorizado; y cuanto más lo pienso, más me aterra.
¿He ocultado mis faltas como un hombre, he escondido en mi seno mi pecado,
ante ti se estremece mi cuerpo de terror, tengo miedo de tus decisiones.
Todo el pueblo distinguía los truenos y los relámpagos, el sonido de la trompeta y el humear de la montaña. El pueblo, al ver esto, temblaba y se mantenía a distancia.
Y dijeron a Moisés: 'Háblanos tú y te escucharemos; pero que no nos hable el Señor, para que no muramos'.
Y añadió: 'Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob'. Moisés se tapó la cara, porque temía ver a Dios.
Moisés, al ver que el pueblo andaba sin freno, y que Aarón lo había abandonado hasta hacerlo la irrisión de sus enemigos,
Se estremecen en Sión los pecadores, el terror invade a los criminales. ¿Quién de nosotros podrá resistir ante el fuego abrasador; quién resistirá estas llamas eternas?
Descubre tu desnudez, que se vea tu vergüenza. Voy a vengarme yo, sin que nadie me resista
¿De quién tienes miedo, a quién temes, para haber renegado así de mí, sin acordarte más de mí, ni llevarme en tu corazón? Yo me callaba, cerraba los ojos; por eso no temías.
¿Por qué, pues, morir devorados por ese gran fuego, si seguimos oyendo la voz del Señor, nuestro Dios?
en que, si alguna vez nuestra conciencia nos acusa, Dios está por encima de nuestra conciencia y lo sabe todo.
'Mirad, vengo como un ladrón. ¡Dichoso el que está dispuesto y con la ropa puesta, para no tener que andar desnudo y dejar ver sus vergüenzas!'.