Quiero que me jures por el Señor, Dios del cielo y de la tierra, que no tomarás para mi hijo una mujer de entre las hijas de los cananeos entre las cuales habito,
Éxodo 34:16 - Biblia Martin Nieto No tomarás de entre sus hijas mujeres para tus hijos, pues ellas se prostituirán ante sus dioses y arrastrarán a tus hijos a prostituirse también ante ellos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 o tomando de sus hijas para tus hijos, y fornicando sus hijas en pos de sus dioses, harán fornicar también a tus hijos en pos de los dioses de ellas. Biblia Nueva Traducción Viviente Acto seguido, aceptarás a sus hijas —quienes hacen sacrificios a otros dioses— como esposas para tus hijos; y ellas seducirán a tus hijos para que cometan adulterio contra mí al rendir culto a otros dioses. Biblia Católica (Latinoamericana) y luego casarás a tus hijos con las hijas de ellos y, puesto que se prostituyen ellas por sus dioses, arrastrarán a tus hijos a prostituirse también a sus dioses.
- La Biblia Textual 3a Edicion Y tomes de sus hijas para tus hijos, y cuando sus hijas se prostituyan tras sus dioses, hagan que tus hijos se prostituyan tras los dioses de ellas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No tomes sus hijas para mujeres de tus hijos, porque al prostituirse sus hijas ante sus propios dioses, pueden arrastrar a tus hijos a que se prostituyan a su vez ante los dioses de ellas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y tomes de sus hijas para tus hijos, y sus hijas se prostituyan en pos de sus dioses, y hagan que tus hijos se prostituyan en pos de los dioses de ellas. |
Quiero que me jures por el Señor, Dios del cielo y de la tierra, que no tomarás para mi hijo una mujer de entre las hijas de los cananeos entre las cuales habito,
Pero el rey Salomón, además de la hija del Faraón, amó a muchas mujeres extranjeras, moabitas, amonitas, edomitas, sidonias e hititas,
En verdad no hubo nadie que como Ajab se prestase a hacer lo que es malo a los ojos del Señor, a lo cual le incitaba su esposa Jezabel,
Más aún, levantó lugares de culto sobre los montes de Judá, empujó hacia la idolatría a los mismos habitantes de Jerusalén y sedujo a Judá.
Por tanto, no caséis a vuestras hijas con sus hijos, ni a vuestros hijos con sus hijas; no procuréis su paz ni su prosperidad, con el fin de que podáis haceros fuertes vosotros, gozar de los bienes de este país y dejarlos en herencia a vuestros hijos para siempre.
Ellos y sus hijos se han casado con las hijas de esas gentes mezclando la raza santa con las gentes del país, y los jefes y los magistrados han sido los primeros en incurrir en tal prevaricación'.
se unieron a sus hermanos y a los jefes y se comprometieron, bajo juramento, a caminar en la ley de Dios, dada por medio de Moisés, siervo de Dios, y a observar y poner en práctica todos los mandamientos de nuestro Señor;
a no casar a nuestras hijas con extranjeros ni permitir que las extranjeras se casen con nuestros hijos;
Vi también en aquellos días a judíos que se habían casado con mujeres asdoditas, amonitas y moabitas.
Yo los reprendí, los maldije, hice azotar a algunos de ellos, les arranqué los cabellos y les hice jurar en el nombre de Dios: 'No caséis a vuestras hijas con extranjeros, y vosotros y vuestros hijos no os caséis con extranjeras.
así se contaminaron con sus obras y se prostituyeron con sus malas acciones.
Así comienzan las palabras que el Señor dijo a Oseas: 'Anda, toma por mujer una prostituta y engendra hijos de prostitución, porque el país no hace más que prostituirse, alejándose del Señor'.
De esta manera no profanará entre los suyos su descendencia, pues yo soy el Señor, que lo santifica'.
Pero si os apartáis del Señor y os unís a estos pueblos que quedan entre vosotros, emparentándoos con ellos en matrimonios mixtos,
estad seguros de que el Señor, vuestro Dios, no echará de vuestra presencia a estos pueblos y serán para vosotros una red, un lazo, un látigo en vuestros costados y espinas en vuestros ojos, hasta que desaparezcáis de esta buena tierra que el Señor, vuestro Dios, os ha dado.
Sus padres le respondieron: '¿Es que no hay una mujer en nuestra tribu o en todo Israel, para que vayas a buscar mujer entre esos filisteos incircuncisos?'. Sansón respondió a su padre: 'Dame ésa, porque me gusta'.
Por eso los israelitas vivieron entre los cananeos, los hititas, los amorreos, los fereceos, los heveos y los jebuseos;
y tomaron por esposas a sus hijas, casaron a sus propios hijos con las hijas de ellos y adoraron a sus dioses.
Gedeón hizo con ellos un efod, que colocó en su ciudad, en Ofrá. Todo Israel se prostituyó ante él, y esto fue para Gedeón y su casa la causa de su ruina.