Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Esdras 9:2 - Biblia Martin Nieto

2 Ellos y sus hijos se han casado con las hijas de esas gentes mezclando la raza santa con las gentes del país, y los jefes y los magistrados han sido los primeros en incurrir en tal prevaricación'.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

2 Porque han tomado de las hijas de ellos para sí y para sus hijos, y el linaje santo ha sido mezclado con los pueblos de las tierras; y la mano de los príncipes y de los gobernadores ha sido la primera en cometer este pecado.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Pues los hombres de Israel se han casado con mujeres de esos pueblos y también las han tomado como esposas para sus hijos. De manera que la raza santa se ha corrompido a causa de esos matrimonios mixtos. Peor aún, los primeros en cometer este ultraje han sido los líderes y los funcionarios».

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Han tomado a sus hijas para ellos y para sus hijos, y la raza santa se ha mezclado con los pueblos del país. Los jefes y los responsables han sido los primeros en pecar de ese modo'.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

2 Porque han tomado de sus hijas para sí y para sus hijos, y han emparentado la descendencia santa con los pueblos de las tierras, y la mano de los príncipes y de los altos dignatarios ha sido la primera en esta infidelidad.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 sino que han tomado sus hijas como mujeres para sí y para sus hijos, de modo que la raza santa se ha mezclado con la gente del país; y los jefes y magistrados han sido los primeros en esta prevaricación'.

Féach an chaibidil Cóip




Esdras 9:2
24 Tagairtí Cros  

los hijos de Dios vieron que las hijas de los hombres eran hermosas, y tomaron por esposas las que más les gustaron.


Pero el rey Salomón, además de la hija del Faraón, amó a muchas mujeres extranjeras, moabitas, amonitas, edomitas, sidonias e hititas,


Entonces Secanías, hijo de Yejiel, descendiente de Elán, tomó la palabra y dijo a Esdras: 'Hemos sido infieles a Dios casándonos con mujeres extranjeras de naciones paganas. No obstante, todavía le queda una esperanza a Israel.


Por tanto, no caséis a vuestras hijas con sus hijos, ni a vuestros hijos con sus hijas; no procuréis su paz ni su prosperidad, con el fin de que podáis haceros fuertes vosotros, gozar de los bienes de este país y dejarlos en herencia a vuestros hijos para siempre.


¿hemos de volver a violar tus mandamientos uniéndonos con estas gentes abominables? ¿No te irritarías entonces contra nosotros hasta exterminarnos, sin dejar siquiera este pequeño resto?


Yo reprendí a los jefes de Judá, diciéndoles: '¡Qué acción tan detestable cometéis profanando el día del sábado!


Hasta a uno de los hijos de Yoyadá, hijo del sumo sacerdote Eliasib, yerno de Sambalat, el joronita, lo alejé de mi lado.


vosotros seréis un reino de sacerdotes, un pueblo santo. Esto es lo que tienes que decir a los israelitas'.


No tomarás de entre sus hijas mujeres para tus hijos, pues ellas se prostituirán ante sus dioses y arrastrarán a tus hijos a prostituirse también ante ellos.


Si aún quedara una décima parte, será también exterminada igual que el terebinto o la encina, que, al ser talados, conservan un tronco; ese tronco será semilla santa.


De esta manera no profanará entre los suyos su descendencia, pues yo soy el Señor, que lo santifica'.


Judá ha cometido una traición; en Israel y en Jerusalén se cometen acciones horribles. Judá ha profanado el santuario querido del Señor al casarse con la hija de un dios extranjero.


¿No ha hecho el Señor un ser único, carne animada de vida? Y este ser único, ¿qué busca? Una descendencia divina. Respetad vuestras vidas y no seáis infieles a la esposa de vuestra juventud.


Pues el marido no creyente queda consagrado a Dios por la mujer cristiana, y la mujer no creyente queda consagrada a Dios por el marido cristiano; de lo contrario, vuestros hijos serían impuros, mientras que ahora pertenecen al pueblo de Dios.


No os mezcléis con los paganos; pues, ¿qué tiene que ver la justicia con la injusticia, y qué tienen de común la luz y las tinieblas?


Porque tú eres un pueblo consagrado al Señor, tu Dios, y el Señor te ha elegido para ser su pueblo entre todos los pueblos de la tierra.


Porque tú eres un pueblo consagrado al Señor, tu Dios. El Señor, tu Dios, te ha elegido para pueblo suyo entre todos los pueblos que hay sobre la tierra.


Se presentaron a los rubenitas, a los gaditas y a la media tribu de Manasés en Galaad, y les dijeron:


Pero si os apartáis del Señor y os unís a estos pueblos que quedan entre vosotros, emparentándoos con ellos en matrimonios mixtos,


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí